jueves, 28 de febrero de 2013

CUANDO UN PADRE SE VA



Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez dictando una ponencia en
céntrico hotel de la Cd. de México.
PADRE de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.” Salmos 68:5


INTRODUCCIÓN

Que no quepa duda en cuanto al enfoque del presente capítulo. Hablaremos de casos, en donde los hijos de pronto por enfermedad o por accidente quedan huérfanos de padre o madre. Y algunas veces huérfanos de ambos.

Pero el enfoque central, es ese fenómeno, lamentablemente cada día más frecuente. Cuando hay separación, abandono o divorcio y alguno de los cónyuges dejan de ser literalmente parte de la familia.

¿Cómo hallar la armonía en estos casos? Para algunos adultos, tal vez estos episodios signifiquen el final de la vida, sin embargo, la vida tiene que seguir.

1.- ASIMILIACIÓN DEL HECHO.

Jean William Fritz Piaget fue un epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo, creador de la epistemología genética. Piaget fue famoso por sus aportes en el campo de la epistemología genética.

            Y Piaget dice que la asimilación (del Lat. ad = hacia + similis = semejante) es un concepto psicológico introducido por Jean Piaget para explicar el modo por el cual las personas ingresan nuevos elementos a sus esquemas mentales preexistentes, explicando el crecimiento o cambio cuantitativo de éste. Es, junto con la acomodación, uno de los dos procesos básicos para este autor en el proceso de desarrollo cognitivo del niño. Se diferencia de ésta última en que no existe modificación (acomodación) en el esquema sino sólo la adición de nuevos elementos. El esquema (o esquema de la conducta) viene a ser la trama de acciones susceptibles de ser repetidas (Merani, 1979)

                Cuando un niño ha crecido sintiéndose amado y protegido por ambos progenitores, y de pronto, ve perdido a alguno de los dos, requiere de tiempo para asimilar el hecho. Inevitable. Dicha asimilación conlleva dolor.

2.- PRESENTESE LA VERDAD.

                Cuesta trabajo comunicar una verdad que lastima, que destruye mucho de la personalidad de los que amamos. Pero en cuanto a la partida de un progenitor, lo mejor a largo plazo es hablar con el hijo o con los hijos con la verdad pura y simple.

                Si el padre ha muerto, a menos que el niño tenga tres años o menos, se le dirá que está brillando como una estrella en el cielo y que desde allí contempla a su hijo al cual ama siempre. Pero cuando los hijos son de mayor edad, aunque la situación sea altamente dolorosa, lo mejor es sentarse con ellos y comunicarles la verdad.

                Al igual que cuando hay un abandono, una separación pactada o un divorcio necesario. Hay que sentarse con los hijos, hablar de manera tranquila, mirarlos a los ojos y decirles la verdad. En este caso es muy importante que el padre o la madre que queda en casa con los hijos por circunstancias naturales o por resolución legal, jamás pretenda destruir la imagen del progenitor que se fue. Eso solamente producirá rencor de los hijos, hacia el progenitor con quien quedan los hijos, y se establecerá un divorcio. Hay una regla de oro para la relación armoniosa entre un padre y sus hijos y está escrito en Colosenses 3:9: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos

Si hay algo que comunicar de  las razones de dicha separación, el progenitor que queda, y habla debe mostrarse, humilde, veraz, misericordioso, y sobre todo proyectar su amor hacia sus hijos, ofreciéndoles que hasta donde esté a su alcance hará lo mejor por suplir la ausencia del progenitor que se ha marchado.

3.- TRAZAR NUEVAS REGLAS.               

                Una vez restablecido el orden en casa, el padre o la madre que quedan con la responsabilidad o patria potestad sobre los hijos, debe tener una serie de reuniones con los hijos, y establecer lineamientos de conducta que deben quedar claramente establecidos. En medio del tiempo de crisis por la pérdida, el progenitor que quede con el hijo o los hijos, debe lograr que su autoridad quede claramente establecida y sin discusiones.
                Si las nuevas generaciones asimilarán la bienaventuranza de respetar las regias que sus padres les imponen, este mundo sería mucho más bello. Dice Proverbios 22:28: “No traspases los LINDEROS antiguos, que pusieron tus padres.”

4.- DEFINICIÓN DE QUIEN TIENE IN GERENCIA EN LOS HIJOS.

                La in definición de quienes tienen derecho de dar órdenes a los hijos, cuando un padre se ha marchado es uno de los problemas más frecuentes y que producen dolor, frustración y desorientación en los hijos. Es muy común, que al faltar un progenitor, tíos, abuelos y demás familiares se sientan con el derecho de venir, opinar y mandar a los hijos.

Cuando esto sucede, el problema fundamental es que las ordenes o indicaciones se dan con diferentes criterios y con frecuencia, dichos criterios resultan ser contradictorios. Tal vez sea aquí en donde nos faltaría la frase de Cicerón: “Ninguno debe obedecer a los que no tienen derecho a mandar

                El padre o la madre que queda con el precioso privilegio de ejercer la patria potestad, o la responsabilidad “de facto” cuando un cónyuge se va sin definir la situación jurídica de los hijos.

                Pero que quede claro. Lo que la Escritura dice es irrebatible. Colosenses 3:20 dice: “Hijos, OBEDECED a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.”

5.- DEBE ACTUARSE CON VALENTÍA.

                Finalmente, el progenitor que queda con la preciosa carga de la atención y formación de los hijos, debe actuar con valentía.  Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza. Y Dios de una manera extraordinaria, equipa al padre o a la madre que ve por sus hijos, no sólo con recursos materiales, sino con la capacidad de cumplir una misión trascendente. La valentía es  una actitud que sólo los seres humanos pueden tener ya que supone cierta racionalidad sobre situaciones en las que no pude guiarse solo por instinto o por impulso.

                De entre los hombre de África que admiro, está Nelson Mandela quien ha dicho: “No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo” Ni el menosprecio de los conocidos, ni la marginación de la propia familia.

Nada, nadie debe hacer que nuestro auto aprecio se vea minado por causa de una separación. Lo que determina el éxito no es lo que ya pasó sino como enfrentamos el presente y el futuro. Dice el Salmo 45:3: “Ciñe tu espada sobre el muslo, oh VALIENTE, con tu gloria y con tu majestad.”

CONCLUSIÓN

                Por lo tanto, si alguien enfrenta la pérdida de su cónyuge y tiene por delante la empresa de formar a sus hijos, no dude que es posible tener un hogar armonioso y con gran éxito si se deposita toda la confianza en el Creador y se dan pasos concretos desde el principio.

                Si eres padre o madre, deja en tus hijos una herencia de generosidad, que sembrarás en ellos al formarlos. No pudo haberlo expresado mejor Johann W. Goethe, cuando asentó: “El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio





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