viernes, 6 de mayo de 2011

CONOZCAMOS MEJOR AL ESPÍRITU SANTO


Indiscutiblemente, la presente generación, tiene el privilegio de ver cumplida la profecía de Joel 2.24 que dice: “Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite”
Y la profecía de Joel 2.28-31: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.  Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.  Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre,  antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
El impacto del derramamiento del Espíritu Santo en esta generación es de tal magnitud que hace un siglo se consideraba a los grupos pentecostales como un apéndice de las iglesias evangélicas tradicionales, pero ahora varios estudiosos serios de la Eclesiología proponen invertir las cosas, porque realmente las iglesias evangélicas históricas han llegado a ser una apéndice de las Iglesias Pentecostales y Neopentecostales. ¿Por qué? Porque actualmente, cuando menos en América Latina, de cada 100 evangélicos 85 son de experiencia pentecostal.
Datos conservadores apuntan que actualmente los pentecostales en el mundo pasan los 400 millones, por encima de los ortodoxos que suman unos 250 millones. Aun así, se siente un desconocimiento considerable acera del ESPIRITU SANTO. El Espíritu Santo es Dios mismo. El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesucristo. El Espíritu Santo está trayendo la restauración a su iglesia. Pronto sonará la final trompeta, la iglesia debe estar preparada.
En otras palabras, estamos viviendo verdaderamente la lluvia tardía anunciada en la Palabra, en Joel 2.23: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”
En Israel hay dos tipos de lluvia:
a)           La lluvia temprana: es ligera y se aprovecha para sembrar la semilla
b)           La lluvia tardía: es abundante y con ella hace madurar  la semilla
La lluvia en si tiene un simbolismo hermoso, pues como descendiente del cielo, representa la manifestación del ESÍRITU SANTO, y como consecuencia la manifestación de los dones.
La lluvia temprana fue hace dos mil años en Jerusalén, el día de Pentecostés, la lluvia tardía es ahora en nuestra generación con una visitación a iglesias cristianas evangélicas de todas las tradiciones denominacionales y en todo el mundo.
Glosolalia viene del griego glosai, lengias y ego laleo, hablar. Hablar en lenguas 
Indiscutiblemente, la presente generación, tiene el privilegio de ver cumplida la profecía de Joel 2.24 que dice: “Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite”
Y la profecía de Joel 2.28-31: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.  Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.  Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre,  antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
El impacto del derramamiento del Espíritu Santo en esta generación es de tal magnitud que hace un siglo se consideraba a los grupos pentecostales como un apéndice de las iglesias evangélicas tradicionales, pero ahora varios estudiosos serios de la Eclesiología proponen invertir las cosas, porque realmente las iglesias evangélicas históricas han llegado a ser una apéndice de las Iglesias Pentecostales y Neopentecostales. ¿Por qué? Porque actualmente, cuando menos en América Latina, de cada 100 evangélicos 85 son de experiencia pentecostal.
Datos conservadores apuntan que actualmente los pentecostales en el mundo pasan los 400 millones, por encima de los ortodoxos que suman unos 250 millones. Aun así, se siente un desconocimiento considerable acera del ESPIRITU SANTO. El Espíritu Santo es Dios mismo. El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesucristo. El Espíritu Santo está trayendo la restauración a su iglesia. Pronto sonará la final trompeta, la iglesia debe estar preparada.
En otras palabras, estamos viviendo verdaderamente la lluvia tardía anunciada en la Palabra, en Joel 2.23: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”
En Israel hay dos tipos de lluvia:
a)           La lluvia temprana: es ligera y se aprovecha para sembrar la semilla
b)           La lluvia tardía: es abundante y con ella hace madurar  la semilla
La lluvia en si tiene un simbolismo hermoso, pues como descendiente del cielo, representa la manifestación del ESÍRITU SANTO, y como consecuencia la manifestación de los dones.
La lluvia temprana fue hace dos mil años en Jerusalén, el día de Pentecostés, la lluvia tardía es ahora en nuestra generación con una visitación a iglesias cristianas evangélicas de todas las tradiciones denominacionales y en todo el mundo.
Glosolalia viene del griego glosai (GLOSAI) que significa lenguas o idiomas y ego lalew (EGO LALEO) que significa hablar.  Así que glosolalia es la manifestación espiritual de hablar en lenguas, es la primera manifestación  que vivimos quienes somos bautizados en el Espíritu Santo.
Aunque no podemos afirmar que si alguien no ha tenido la experiencia de hablar en lenguas, no ha sido bautizado en el Espíritu Santo; puede ser bautizado en el Espíritu Santo y más tarde hablar en lenguas. Ese fue el caso de Pablo, parece ser que el día que fue ministrado por el Profeta Ananías (Hechos 9.17) Pablo recibió el bautismo en el Espíritu Santo, pero ese día no habló en lenguas, sino hasta más tarde ya que en I Corintios  14.18 dice que habla en lenguas más que todos: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”
Dones del Espíritu Santo, porque en la medida de lo posible, en la presente obra haremos un recorrido con una base bíblica sólida sobre el buen uso de los dones, en griego carismata (KARISMATA) del Espíritu Santo que debe tener toda persona que habiendo recibido el bautismo en el Espíritu Santo continúa en su búsqueda de Dios y de su poder.
Como puede advertirse, entre bautismo en el Espíritu Santo, uno de los Dones del Espíritu Santo, y el estudio acerca del mismo Espíritu Santo hay una relación tan estrecha que no podemos desasociar para su estudio alguno de estos tres elementos. Pero es el mismo Espíritu santo quien va guiándonos hacia una mayor comprensión de la revelación de Dios y sus propósitos.
osai (GLOSAI) que significa lenguas o idiomas y eg
Indiscutiblemente, la presente generación, tiene el privilegio de ver cumplida la profecía de Joel 2.24 que dice: “Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite”
Y la profecía de Joel 2.28-31: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.  Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.  Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre,  antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
El impacto del derramamiento del Espíritu Santo en esta generación es de tal magnitud que hace un siglo se consideraba a los grupos pentecostales como un apéndice de las iglesias evangélicas tradicionales, pero ahora varios estudiosos serios de la Eclesiología proponen invertir las cosas, porque realmente las iglesias evangélicas históricas han llegado a ser una apéndice de las Iglesias Pentecostales y Neopentecostales. ¿Por qué? Porque actualmente, cuando menos en América Latina, de cada 100 evangélicos 85 son de experiencia pentecostal.
Datos conservadores apuntan que actualmente los pentecostales en el mundo pasan los 400 millones, por encima de los ortodoxos que suman unos 250 millones. Aun así, se siente un desconocimiento considerable acera del ESPIRITU SANTO. El Espíritu Santo es Dios mismo. El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesucristo. El Espíritu Santo está trayendo la restauración a su iglesia. Pronto sonará la final trompeta, la iglesia debe estar preparada.
En otras palabras, estamos viviendo verdaderamente la lluvia tardía anunciada en la Palabra, en Joel 2.23: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”
En Israel hay dos tipos de lluvia:
a)           La lluvia temprana: es ligera y se aprovecha para sembrar la semilla
b)           La lluvia tardía: es abundante y con ella hace madurar  la semilla
La lluvia en si tiene un simbolismo hermoso, pues como descendiente del cielo, representa la manifestación del ESÍRITU SANTO, y como consecuencia la manifestación de los dones.
La lluvia temprana fue hace dos mil años en Jerusalén, el día de Pentecostés, la lluvia tardía es ahora en nuestra generación con una visitación a iglesias cristianas evangélicas de todas las tradiciones denominacionales y en todo el mundo.
Glosolalia viene del griego glosai (GLOSAI) que significa lenguas o idiomas y ego lalew (EGO LALEO) que significa hablar.  Así que glosolalia es la manifestación espiritual de hablar en lenguas, es la primera manifestación  que vivimos quienes somos bautizados en el Espíritu Santo.
Aunque no podemos afirmar que si alguien no ha tenido la experiencia de hablar en lenguas, no ha sido bautizado en el Espíritu Santo; puede ser bautizado en el Espíritu Santo y más tarde hablar en lenguas. Ese fue el caso de Pablo, parece ser que el día que fue ministrado por el Profeta Ananías (Hechos 9.17) Pablo recibió el bautismo en el Espíritu Santo, pero ese día no habló en lenguas, sino hasta más tarde ya que en I Corintios  14.18 dice que habla en lenguas más que todos: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”
Dones del Espíritu Santo, porque en la medida de lo posible, en la presente obra haremos un recorrido con una base bíblica sólida sobre el buen uso de los dones, en griego carismata (KARISMATA) del Espíritu Santo que debe tener toda persona que habiendo recibido el bautismo en el Espíritu Santo continúa en su búsqueda de Dios y de su poder.
Como puede advertirse, entre bautismo en el Espíritu Santo, uno de los Dones del Espíritu Santo, y el estudio acerca del mismo Espíritu Santo hay una relación tan estrecha que no podemos desasociar para su estudio alguno de estos tres elementos. Pero es el mismo Espíritu santo quien va guiándonos hacia una mayor comprensión de la revelación de Dios y sus propósitos.
Ego lalew (EGO LALEO) que significa hablar.  Así que glosolalia es la manifestación espiritual de hablar en lenguas, es la primera manifestación  que vivimos quienes somos bautizados en el Espíritu Santo.
Aunque no podemos afirmar que si alguien no ha tenido la experiencia de hablar en lenguas, no ha sido bautizado en el Espíritu Santo; puede ser bautizado en el Espíritu Santo y más tarde hablar en lenguas. Ese fue el caso de Pablo, parece ser que el día que fue ministrado por el Profeta Ananías (Hechos 9.17) Pablo recibió el bautismo en el Espíritu Santo, pero ese día no habló en lenguas, sino hasta más tarde ya que en I Corintios  14.18 dice que habla en lenguas más que todos: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”
Dones del Espíritu Santo, porque en la medida de lo posible, en la presente obra haremos un recorrido con una base bíblica sólida sobre el buen uso de los dones, en griego carismata (KARISMATA) del Espíritu Santo que debe tener toda persona que habiendo recibido el bautismo en el Espíritu Santo continúa en su búsqueda de Dios y de su poder.
Como puede advertirse, entre bautismo en el Espíritu Santo, uno de los Dones del Espíritu Santo, y el estudio acerca del mismo Espíritu Santo hay una relación tan estrecha que no podemos desasociar para su estudio alguno de estos tres elementos. Pero es el mismo Espíritu santo quien va guiándonos hacia una mayor comprensión de la revelación de Dios y sus propósitos.