martes, 26 de abril de 2011

BEATIFICACION, BLASFEMIA ROMANA

Se hizo llamar santo padre y ahora lo haran santo
Roma ha preparado con esa suntuosidad que plagio de la corte del Imperio Romano, una ceremonia que quiere hacernos creer es de vital importancia: La beatificación de Juan Pablo II.


De acuerdo a la Biblia, la palabra de Dios, puede la religión católico romana fabricar santos por decreto, subirlos al altar y luego adorarlos? Por supuesto que es algo contrario al espíritu del Evangelio. Contrario a los mandamientos de Dios. Un pretendido proceso de beatificación a un ser humano, es blasfemo ante los ojos del Creador de acuerdo a la Biblia.

La primera beatificación celebrada solemnemente en la basílica del Vaticano fue la de Francisco de Sales el 8 de enero de 1662. Desde entonces, todas las beatificaciones han tenido lugar en dicha basílica.

Por qué se da una beatificación tan rápida de un personaje que se hizo popular?

En la muy respetable opinión de la periodista Judith García de la Organización Editorial Mexicana, publicada en el Sol de México el pasado 19 de enero de 2011, la Beatificaciones exprés de Juan Pablo II, es intento por sacar a la religión católica de su crisis

Comenta Judith García: “Con la beatificación "exprés" de personajes religiosos en los últimos años como la Madre Teresa de Calcuta, Escrivá y Juan Pablo II, El Vaticano intenta sacar de la crisis que vive la Iglesia católica, no sólo por los escándalos de pederastia de sacerdotes, sino también su alejamiento con la misma sociedad, sostuvo José Antonio Pérez Olvera, ex legionario de Cristo.



En entrevista con El Sol de México, el ex legionario señaló que en esta estrategia publicitaria utilizan a figuras que tuvieron un impacto entre la gente, como lo hacen los comerciales de empresas para vender un producto y su único fin es el mismo: conseguir dinero.”

La ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, después de que Benedicto XVI haya firmado el decreto de beatificación, presentado por el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Ángelo Amato. Así, según ha declarado el portavoz de la Sede Romana , el cura Federico Lombardi, la ceremonia de beatificación se celebrará el 1 de mayo de 2011, día de la Solemnidad de la Divina Misericordia.

La firma del Papa era el único paso que faltaba para dar «luz verde» a la beatificación de su predecesor, después de que los 30 purpurados y obispos que forman parte de la Comisión de este dicasterio aprobara el pasado miércoles “un milagro” por intercesión de Juan Pablo II.

Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de párkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años. La religiosa superó, dos meses después de la muerte del Papa en abril de 2005, los síntomas del párkinson de forma "inexplicable" según las autoridades médicas de la comisión de beatificación.

La monja Marie Simón ha sido la pieza clave para el proceso de beatificación del antecesor de Benedicto XVI. El milagro de la monja Marie Simón, atribuido a Juan Pablo II, sufrió un fuerte revés en el mes de marzo del año pasado, cuando uno de los médicos externos consultados por el dicasterio sostuvo que el milagro no estaba suficientemente documentado. Sin embargo, el cardenal Ángelo Amato señaló entonces que "había suficientes milagros" catalogados, un total de 251 atribuidos al antiguo Papa y que el proceso de beatificación seguía adelante, aunque finalmente el milagro de la curación del párkinson de la hermana Marie dio buenos resultados y fue considerado por la comisión de expertos como válido para continuar el proceso



Anteriormente, se tardaba más de 50 años el proceso de canonización y ahora sólo es la décima parte, es decir, cinco años, según modificaciones realizadas en 1983.



"La popularidad no es sinónimo de santidad. Indudablemente que a Benedicto XVI le urge beatificar a Juan Pablo para tratar de borrar, en alguna medida, los golazos que Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, le metió no sólo al Vaticano sino a su fiel protector Juan Pablo".

A nadie sorprende que un gobernante gris y sin lograr su legitimación como lo es Felipe Calderón, necesite correr al Vaticano para ver si de ese modo, algunos mexicanos más, pueden verle como un gobernante. Felipe Calderón hará su segunda visita al Vaticano el próximo primero de mayo para asistir a la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II. Al informar de este viaje, Los Pinos dio vergonzosos argumentos para defender lo indefendible. El portavoz de la Presidencia cree que los mexicanos somos retrasados mentales para aceptar la crasa mentira de que la visita de Calderón al Vaticano, esta en armonía con los principios de laicidad del Estado mexicano. Además, Calderón olvida que hay millones de mexicanos que no confiesan una fe religiosa y otros muchos millones de cristianos evangélicos mexicanos que reprueban su pobre actitud de acolito de la jerarquía católica, en vez de cuidar la dignidad de un jefe de Estado.

Pero: Que dice la Biblia?

De acuerdo a Romanos 3.10: “No hay justo ni aun uno” de acuerdo a Romanos 3.23 dice: “Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gracia de Dios”

Pero cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador personal, entonces El nos perdona, transforma y santifica. De manera que cada persona que ha nacido de nuevo y ha recibido a Jesucristo como el Señor de su vida, es un santo de acuerdo a la Biblia.

En II Corintios 9.12 dice:” Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios” Pero no se refiere a uno a quien se le atribuye un milagro dudoso. Sino a todos los que han sido lavados con la Sangre de Jesucristo.

Pablo mira a los efesios convertidos a Jesucristo como parte de la familia de Dios con la calidad espiritual de santos. Dice Efesios 2.19:” Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”

En los conceptos del Nuevo Testamento, no hay reverendísimos, y excelentísimos dignatarios de la iglesia. No. Jamás. Todos son santos, discípulos pastores. Dice Filipenses 1.1:” Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos”

Además, vivir en santidad para los cristianos es una orden categórica. Dice I Pedro 1.15:” sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”

Pero los santos a los que la Biblia se refiere no están muertos, sino vivos. Y no están trepados en “altares” sino que caminan con el resto de la gente siendo luz del mundo y sal de la tierra.

Para que necesitan los católico romanos que Juan Pablo sea uno mas de los miles de “santos” que han fabricado por decreto? Para que interceda por ellos. Y es que ignoran las Escrituras. La Biblia dice en I Timoteo 2.5:” Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”

De acuerdo a la Biblia, para los cristianos evangélicos tener a Jesucristo como Mediador es mas que suficiente.

Pronto por todo el mundo católico habrá un ídolo nuevo de piedra, de mármol, de oro, plata o madera. Sera la de San Juan Pablo II para empeorar la desobediencia de la religión romana. Pues claramente dice la Biblia:”

EXODO 20.2-6:” Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honras porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”

Amado hermano: Ten mucho cuidado con pseudo evangelistas protestantes ecuménicos que también estarán en el Vaticano para esta beatificación. Inclinarse ante un ser humano, rendirle culto, llevarlo y traerlo en procesión es blasfemo a los ojos de Dios, y el pueblo cristiano evangélico debe ser totalmente ajeno a esas prácticas que ofenden a nuestro Dios santo y perfecto.