martes, 26 de febrero de 2013

GOBIERNO DEL HOGAR CON ARMONÍA




Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez y discípulos recién convertidos
en la Comunidad Cristiana Filadelfia de Seneka Kansas.
                                                                                                                   
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres.” Romanos 12:18


INTRODUCCIÓN.


La famosa incompatibilidad de caracteres, ha llegado a ser una razón muy socorrida para huir del matrimonio, para abandonar a la familia, en muchos casos. ¿Cuándo se dice que hay incompatibilidad de caracteres? Cuando los cónyuges chocan en sus ideas y su manera de ver la vida.

Pero quienes huyen o dicen no soportar a su cónyuge deberían de tomar en cuenta la profunda reflexión de Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio. Quien afirmó: “Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”.

Ahora enfocaremos nuestra atención a diferentes modos de conducir el gobierno más complejo de la humanidad, el gobierno en un hogar.

1.- NUESTRA VISIÓN A LARGO PLAZO.

Los jóvenes que están por contraer matrimonio, debieran detenerse un momento suficiente para reflexionar en el alto privilegio y la gran responsabilidad que adquirirán en breve, cuando lleguen a ser padres de familia. ¿Cómo quisieran ver a sus hijos a largo plazo?

Todo ser humano bien nacido, desea tener hijos y formarlos para que sean hombres de bien. Quienes tenemos el privilegio de ser cristianos con mucha mayor razón. Sin embargo, debe haber más que la posibilidad de que los hijos crezcan sanos, fuertes, saludables y con buenos principios. Deberíamos  enfocar nuestro esfuerzo en presentarle a Dios, hijos que sean semejantes al Señor Jesús.

 Solamente con una nueva generación con las características del Señor Jesús, podemos esperar que la sociedad sea impactada.  ¿Es urgente tener esta visión, este sueño? ¡Sí!

Pero la realidad es que muchos hogares están en crisis, y la sociedad está decadente. ¿Estás consciente de que muchos pecados, se han concentrado al interior de los hogares?

Acaso ¿Habrá un hogar en donde no se viven tensiones de diversa índole? Es perfectamente aplicable la amonestación de la Epístola a los Efesios 4:31: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, GRITERÍA y maledicencia, y toda malicia”. Sí, porque es de la experiencia de casi todos que en nuestra infancia sufrimos enojos constantes, que crecimos con abuso verbal y físico, gritería, celos sin razón, resentimientos, falta de perdón, amargura, separación y divorcios, homicidios.
Hay padres de familia cuyo flagelo cotidiano es saber que sus  hijos viven en las calles  practicando delitos y pecados, y que se han salido de su control. No actuaron a tiempo.           

2.- PRINCIPIEMOS POR LA COBERTURA.

Hay hogares carentes de autoridad y cobertura. El padre o se ha ido o no funge con la autoridad y responsabilidad que le corresponde conforme al rol que Dios mismo ha establecido en su
Palabra.

Efesios 5:23 dice: “Porque el marido es Cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo y él es su Salvador”  Los pastores debiéramos estar preparados para guiar oportunamente a nuestros discípulos que son padres de familia. El versículo anterior lleva a la cobertura del hogar, enseña que el padre de familia debe  estar vigilante de las artimañas del enemigo y sus huestes de maldad; el padre de familia no solo traerá provisión al hogar sino dará previsión para la vida, cuidando y protegiendo a la familia en todos los ámbitos, solucionando los problemas que se vayan presentando día a día, guiado por el Espíritu Santo. La Biblia debiera ser el manual de consulta constante al enfrentar las diferentes situaciones del hogar.

Repito: Nuestra sociedad está enferma, la esperanza debe brillar desde los hogares cristianos. Solamente con una nueva generación con las características del Señor Jesús, podemos esperar que la sociedad sea impactada.


3.- UBIQUÉMONOS EN EL MOMENTO.

La etapa más importante en la que debemos construir puentes de comunicación con nuestros hijos es la adolescencia, que es cuando muchos padres se rinden.

La adolescencia es una etapa de cabios, de búsqueda y autoafirmación de sí mismos, de formación de su personalidad, de formación de principios y convicciones, pero también es una etapa de inseguridad. Si como padres tomamos en cuenta lo anterior, estaremos en mejores condiciones de tener un magnifico papel como padres.

4.- PONGAMOS EL FUNDAMENTO DE LA AUTORIDAD.

Si tú no pusiste límites y objetivos en la educación de tus hijos cuando éstos nacieron, hazlo ahora mismo. Cada hijo debe saber que son los padres por la autoridad natural que tienen sobre ellos quienes ponen límites y lineamientos en el comportamiento de los hijos.

El problema que encuentro con mucha frecuencia es que los padres actuales, son demasiado consentidores y laxos. Permiten que los hijos hagan casi todo lo que ellos quieren sin que haya poder humano que tenga la capacidad de decir: “esto no”.

Proverbios 29:15 dice: “La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho CONSENTIDO avergonzará a su madre.” En esa dirección debiera encaminarse todo padre de familia, en que sus hijos tengan sabiduría para vivir bien.

5.- EVITEMOS LOS ERRORES MÁS FRECUENTES.

A)      FALTA DE ATENCIÓN. Hay padres que se forman un juicio equivocado de sus hijos, sin escucharlos jamás. Están tan ocupados en tantas cosas que jamás se han sentado con calma a escuchar lo que sus hijos les tienen que decir. Susana Wesley que hemos referido en capítulos anteriores tenía un momento especial para cada hijo, una vez a la semana.
B)      AUTIRTARISMO. Decirle al hijo: “Me obedeces porque me obedeces” es una estrategia equivocada para imponer la autoridad de los padres sobre sus hijos. Ser autoritarios es el polo opuesto a ser padres consentidores. Un padre prudente y sabio explica a sus hijos con calma y claridad las razones que tiene para pedirles que le obedezcan en cosas específicas.
C)      INCUMPLIMIENTO. Cuando el niño llora porque la madre tiene que salir y ella le dice: “Quédate y te traigo un chocolate” y el niño se queda tranquilo y esperando lo prometido, la madre lo daña si al regresar no trae nada ni explica nada. Los padres que quieren construir una autoridad armoniosa deben cumplir tanto las promesas como las advertencias. Hay papás que le dicen a su hijo: “Si repruebas matemáticas, no te dejaremos ir con tus abuelos de vacaciones”, reprueban y el muchacho se va tranquilo, y los padres se quedan mudos.
D)      EL SI Y EL NO. Dos palabras cortas que determinan el éxito en la formación de los hijos. Cultive la negociación con sus hijos con el “si”. “Si puedes ir a jugar con tus amigos, pero deberá de ser después de terminar la tarea y sólo podrás salir una hora y media” y el hijo dice: “Dame dos horas”…está bien. Pero cuando tú como padre o madre le hayas dicho a tu hijo: “no” ese no es un coche que no tiene velocidad de reversa. Porque si un día le dices a tu hijo “no” y el angelito con cara de súplica te convence a cambiarlo por un “si” después no llores porque sea él quien ponga las reglas del juego.
E)      INCOHERENCIAS. Ante los mismos hechos, los padres deben tener la misma actuación. Si hoy estás contento y tu hijo no tiende su cama y te ríes con él, pero mañana no tiende su cama y estás enojado y le gritas, lo confundirás. Procura que tu estado de ánimo no cambie los parámetros. Además, los padres deben ponerse de acuerdo antes de entrar en acción con sus hijos. Porque si el padre dice: “Te comes esa ensalada” y la madre al final dice: “Bueno, si ya no quieres la ensalada, déjala” abran dañado a su hijo.
F)       HUMILLAR A LOS HIJOS. ¿Habrá algún padre que no se haya salido de sus casillas alguna vez? Es casi imposible encontrarlo. Sin embargo, los padres debemos cuidar en no lastimar la autoestima de nuestros hijos, ni humillarlos al corregirlos. Evitemos los gritos, los insultos. Si estás irritado, posterga el momento para hablar con el hijo que ha cometido una falta.
G)      EXIGIR RESULTADOS ILÓGICOS. Muchos padres en su desesperación porque el hijo supere algún obstáculo, lo presionan demasiado y le exigen resultados “para ayer” es decir, inmediatos y notorios. Los padres debemos ser cuidadosos en observar cualquier avance, cualquier cambio, cualquier esfuerzo que nuestro hijo hace por superar un problema o salir de una crisis.

6.- EL MEOLLO DE NUESTRA MISIÓN EDUCADORA.

Sobre todas las cosas, procura amar intensamente a tus hijos, deposítales suficiente confianza. Enséñales con paciencia cosas concretas. Dales tiempo suficiente para que aprendan lo que para ti es importante. Cuando veas que hacen un esfuerzo extra en cualquier área de su vida, estimúlalos, hazles saber que te has dado cuenta de ese esfuerzo.  

Sobre todo, será saludable para toda la familia, que los objetivos por alcanzar en la formación de los hijos, estén primero, claramente definidos por ambos padres de familia. Que estén escritos en letras grandes y en algún lugar visible de la casa, que en la medida en que los hijos van creciendo se les vaya inculcando los objetivos e que se les incluya en la obtención de los mismos.  Y si en algún momento, hay la leve sospecha de que se están olvidando los objetivos, hay que sentarse a la mesa y volver a repasarlos y a afirmarlos.

No pongas muchos objetivos, deben ser pocos, claros, trascendentes y bien definidos.

CONCLUSIÓN

                Lograr armonía al gobernar la familia, a educar a los hijos y al enfrentar problemas diversos, debiera ser un placer y una vivencia en todos los hogares.

                ¿Has considerado el lugar que debe tener la constancia en la formación de los hijos? Debiera tener un primerísimo lugar en la misión de educar a las nuevas generaciones, si entendemos por       constancia, la firmeza  en las resoluciones. Es una actitud de ánimo con relación a un propósito determinado.  Nace de una decisión basada en  el conocimiento que se posee, y se realiza una elección que perdura en el tiempo hasta alcanzar una meta en la vida. Cuando sientas que todo es cuesta arriba en la formación de tus hijos, respira hondo, toma ánimo en Dios y su Palabra y sigue adelante. Recuerda que  la fuerza de voluntad y el esfuerzo a largo plazo son dos  aliadas del valor de la constancia.

                Resulta muy oportuna la frase célebre de Benito Juárez, cuando escribió: “Hay que seguir la lucha con lo que podamos hasta que podamos

                Si tu misión de buen padre o de buena madre, ha de ser apreciada por tus hijos cuando lleguen a la vida adulta, tú como buen soldado no debes tomar descanso hasta lograr tus objetivos. Para que la frase  del dramaturgo y poeta alemán  Bertolt Brecht ((Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín Este, 14 de agosto de 1956) se te aplique a ti: “¡Ay de los que luchan toda la vida! Esos son los imprescindibles