viernes, 24 de diciembre de 2010

¿NUEVO PENTECOSTES, AHORA?

Cientos de discípulos en Filadelfia recibiendo el Bautismo en el Espíritu Santo
con la señal inicial de hablar en otras lenguas.

EL ESPÍRITU SE DERRAMA EN LA FIESTA DE PENTECOSTÉS

Versículo clave: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”  Hechos 1.8

OBJETIVO: Entender que el derramamiento del Espíritu Santo en el Aposento Alto fue en cumplimiento de la Profecía de Joel con la señal inicial de hablar en otras lenguas.

1.- Una Doctrina categórica:
El bautismo en el Espíritu Santo es muy importante, y dicha importancia se desprende del hecho en que se menciona en el Nuevo Testamento  cuatro veces. Lo cual implica que estamos frente a una doctrina categórica. Doctrina categórica es aquella que está claramente establecida en la Palabra y enunciada de manera repetitiva.

En Mateo 3.11 dice: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

En Marcos 1.7-8 dice: “Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.
    Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo”
En Lucas 3.16 dice: “Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego
En Hechos 1.8 dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra
Si la Biblia habla de este tema de manera clara y repetitiva, sabemos que se trata de un asunto de vital importancia. Sí, es de vital importancia recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
2.-  El Derramamiento en  Jerusalén.
Es maravilloso ver como los discípulos obedecieron al Señor, cuando les dijo en Lucas 24.49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto
Porque los discípulos estuvieron en el Aposento Alto una semana completa en oración y espera del cumplimiento de la promesa. Hay quienes afirman que la espera duró 40 días. No.
Tomemos en cuenta que entre la Pascua y el Pentecostés mediaban 50 días. Desde la muerte  del Señor Jesús hasta su resurrección, transcurrieron 3 días. De acuerdo a Hechos 1.3, el Señor Jesús se apareció a los discípulos para darles mandamientos durante 40 días. Así que desde que el ascendió, hasta que descendió el Espíritu Santo solo hay una semana.
Aquí hay que destacar, que de más de 500 hermanos que estuvieron el  Monte de los Olivos para ver ascender a Jesús a los cielos, según afirma I Cor. 15.6,  solamente  120 estaban en el Aposento Alto cuando descendió el Espíritu Santo.  Los 380 restantes se fueron por no saber esperar en el Señor y se perdieron de la bendición. Eso pasa a los cristianos que no saben esperar que las bendiciones prometidas del Señor en sus vidas llegue en el tiempo de Dios.
Dice Hechos 2.1: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”  En este versículo hay la idea implícita de un día “prometido” de Pentecostés. Y el elemento os unánimes.  De aquí que la unanimidad, es un factor determinante para que las bendiciones de Dios vengan y en particular para que el derramamiento del Espíritu Santo sea nuestra vivencia.
El término griego ó ómoqumadon  (homothumadon)  que se traduce unánimes, quiere decir, de común acuerdo. De ómoV  (homos) mismo y qumoV (thumos) mente.  Se usa 10 veces en el Libro de los Hechos y en Romanos 15.6. Cuando nos congregamos como iglesia de Jesucristo y estamos de común acuerdo, suceden cosas maravillosas.
Al derramarse el Espíritu Santo hay señales sobrenaturales. Dice Hechos 2.2-4: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
     y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
     Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
El viento recio y las lenguas de fuego sobre la cabeza de los discípulos son hechos notorios, pero el versículo 4 afirma que: a) Fueron llenos del Espíritu Santo y b) Comenzaron a hablar en otras lenguas.
Aquí el término lenguas, glosai  (glosai en Griego) significa idiomas. Pero ¿qué función tuvieron estos idiomas?  Las iglesias evangélicas de corte histórico, han sustentado desde siempre que esas lenguas fueron para anunciar el Evangelio a los que estaban presentes de muchos países del mundo, para que cada uno pudiera escuchar el mensaje en su lengua. El mismo muy respetado Dr. Juan Wesley afirma lo mismo.
Sin embargo, debemos considerar dos cosas:
a)    La ubicación geográfica del Aposento Alto. Como leemos que había gente de muchas partes del mundo en Jerusalén en el día de Pentecostés, tenemos la idea de que estaban todos juntos, y que en medio de ellos, vino el derramamiento del Espíritu Santo. Pero no era así. La multitud en todo caso, estaba en el templo. Y los ciento veinte estaban en el Aposento Alto.
He tenido el privilegio de estar en la ciudad de Jerusalén y trasladarme del atrio del templo hacia el Aposento Alto y hay una distancia considerable. En el autobús turístico hicimos unos 18 minutos de trayecto.
Tomar en cuenta esta distancia es importante para entender el motivo de las lenguas en Pentecostés.  Ya  que dice claramente  Hechos 2.4-6 dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua
Si notas bien, los ciento veinte no principiaron a hablar en lenguas porque se reunió la multitud, lo cual hubiera apoyado la teoría de que les predicaron el evangelio  en otras  lenguas.  Cuando fueron llenos estaban solos en el Aposento Alto, y al ser llenos del Espíritu Santo,  principiaron a hablar en lenguas. No había nadie extraño.
Pero hecho el estruendo, se agolpó la multitud para ver que era aquello y al llegar al Aposento Alto los encontraron hablando en lenguas. Eso implica que aunque nadie hubiera acudido, los ciento veinte de todos modos hubieran hablado en lenguas.
b)    Los que subieron a adorar en Pentecostés tenían un idioma común en el Templo, el hebreo.
El pueblo de Israel aun en la dispersión ha conservado su idioma el hebreo. En el templo tanto judíos como prosélitos participaban del culto en lengua hebrea. De manera que si tenían que recibir un mensaje, no necesitaban traducción. Así que,  no eran  necesarias  las  “lenguas extrañas” para la predicación, como sustentan grupos evangélicos históricos. Además, es claro que la predicación la dio Pedro (Hechos 2.14-39)  en hebreo y nadie tradujo el mensaje a otros idiomas.
Si el mensaje se hubiera dado en lenguas, la predicación de Pedro hubiera sido de más.  Con “el mensaje en lenguas” la gente se hubiera convertido. Pero era necesario que alguien predicara para  la  conversión de la gente. Entonces, las lenguas cumplieron otra función.
Entonces: ¿Para qué eran esas lenguas? En Hechos 2.11 dice: “cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”  Hablar las maravillas de Dios es una frase clave. Hablar las maravillas de Dios es alabarle. Con la adoración expresamos lo que Dios es, y con la alabanza expresamos lo que Dios hace. Dios hace maravillas.
Como podremos corroborar más adelante, las lenguas son oración básicamente para alabar al Señor.
Finalmente leí en algún portal la peregrina idea de que el Espíritu Santo no se derramó sobre los ciento veinte, sino solamente sobre los 12 apóstoles.  Esa postura contradice la Escritura. Cuando Pedro predica lo primero que hace es mencionar la Profecía de Joel. Hechos 2.16-18 dice: “
“Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Así que el pasaje nos da la promesa de un derramamiento sobre toda carne, diferente del derramamiento en el Antiguo Testamento que solamente era sobre algunos. Además en los derramamientos subsecuentes veremos que todos los presentes recibían el Espíritu Santo y no todos eran apóstoles.
Asentemos aquí que, la promesa de recibir el bautismo en el Espíritu Santo, está dada a todos los discípulos del Señor Jesucristo. Hechos 2.39 dice: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”
CONCLUSION.
Han pasado dos mil años desde aquel glorioso Pentecostés, cuando fueron abiertas las puertas de la predicación del Evangelio a las naciones, una vez que se hubo derramado el Espíritu Santo sobre los ciento veinte en el Aposento Alto; y ahora disfrutamos la frescura de un nuevo derramamiento del Espíritu Santo en todo el Cuerpo de Cristo.

   















sábado, 18 de diciembre de 2010

MEXICOJESUCRISTOTEAMA: DIVORCIO, LA EPIDEMIA POR VENCER

MEXICOJESUCRISTOTEAMA: DIVORCIO, LA EPIDEMIA POR VENCER

DIVORCIO, LA EPIDEMIA POR VENCER

"...EL AMOR NUNCA DEJA DE SER"
Mientras una amplia gama de opiniones menosprecia el valor de la familia y sustenta que ya resulta obsoleto pretender establecer un hogar estable; a la luz de la Biblia, millones de cristianos, seguimos pensando que es la familia surgió del corazón de Dios. Y que es la institución humana más digna y valiosa para preservarse.
Tal vez no todos los cristianos están conscientes de la gravedad extrema en que se encuentran las familias del mundo entero. Pero hay una debacle que causa terror cuando somos observadores de esta realidad. Los hogares se están desintegrando.
J.M Gottmann – N. Silver, han escrito un buen libro intitulado Siete reglas de oro para vivir en pareja   que ha editado Plaza & Janés en Barcelona, hace una década, en el año 2000.  Alguien se preguntara: ¿Quién es J. M. Gottmann? Él es un  judío, profesor de psicología de la Universidad de Washington y codirector del Seattle Marital and Family Institute.
Transcribo literalmente dos párrafos de esta obra en su página 286: “Las estadísticas de divorcios arrojan cifras muy serias. Las posibilidades de que un primer matrimonio acabe en divorcio en un período de cuarenta años es del 67 %. La mitad de los divorcios se producen durante los primeros siete años. Algunos estudios establecen que el índice de divorcios para segundos matrimonios es del 10 % más alto que el de los primeros matrimonios. Las posibilidades de divorcio son tantas que todas las parejas casadas –incluyendo aquellas satisfechas en su relación- deberían hacer un esfuerzo para mantener sólido su matrimonio.”
El otro párrafo asevera: “Una de las razones por las que un matrimonio fracasa es que ninguno de los cónyuges reconoce su valor hasta que es demasiado tarde. Sólo después de firmar los documentos, repartir los muebles y alquilar apartamentos separados se dan cuenta de lo mucho que han perdido. A menudo un buen matrimonio se da por sentado, no se valora, y no se le dedica el respeto y el cuidado que merece y necesita..  Algunas personas pueden pensar que divorciarse o languidecer en una relación infeliz no es nada serio, tal vez incluso lo consideren ‘moderno’. Pero ahora contamos con suficientes pruebas documentales para saber lo dañino que puede resultar para todas las personas implicadas”
De los dos párrafos anteriores desprendemos que, si alguien se ha divorciado una primera vez, y trata de rehacer su vida con un segundo matrimonio, en este segundo matrimonio, dicha persona tiene un riesgo 10% más que en el primero de divorciarse
La otra cosa fundamental: Todos los matrimonios tenemos en este libro, un llamado para que reconozcamos el valor de nuestro hogar.  Un matrimonio requiere de cuidado y respeto; y los cónyuges debemos tener dicho respeto y dicho cuidado. ..
  ” En la España de hoy un matrimonio se rompe cada tres minutos. En los últimos cinco años, el divorcio se ha incrementado en algo más de un 45%. En Europa, la ruptura es cada 33 segundos. Vemos duplicado el número de hogares de una sola persona. Por otra parte, existen 232.863 familias recompuestas. Cada día la ruptura afecta a 408 matrimonios: para 2010, las proyecciones prevén una ruptura por cada boda. La reforma legislativa de 2004 -el ‘divorcio express’- acelera el trámite y rebaja los costes. En 2006 las rupturas registradas alcanzan un total de 155.000.
Hablando de la República Mexicana, en marzo de 2005, la Agencia Notimex publicó una nota periodística con este título:  Se divorcian 30 de cada 100 parejas en México.  De las parejas que se casan, 30% se divorcia en menos de cinco años; otro 30% permanecen casados, y 13% se vuelve a casar.  Continúa la nota diciendo que: ”Los matrimonios se divorcian debido a la falta de tolerancia  y de comunicación, indicó la maestra e investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Emilia Lucio.”
Y finaliza la nota diciendo: “En entrevista, la experta en tratar problemas de adolescentes y niños, así como terapia familiar, dijo que en la actualidad la pareja vive condiciones muy diferentes a las de hace unos dos o tres lustros, con situaciones más difíciles; pero lo más grave es que en vez de buscar una solución, las personas nos adaptamos”.
Algo que debe asentarse aquí también, es que dentro de las Iglesias Cristianas Evangélicas en México,  los divorcios son casi nulos. Este es un dato que los gobiernos de América Latina debieran considerar en toda su dimensión.  Hoy por hoy, los hogares cristianos evangélicos son más estables y armoniosos.
El diccionario define al matrimonio como una institución social, reconocida como legítima por la sociedad, que consiste en la unión de dos personas para establecer una comunidad de vida. Casarse es una decisión muy importante para las personas.
El INEGI ( Instituto Nacional de Estadística y Geografía),  tiene también datos muy importantes que considerar con relación a las bodas y los divorcios.  Al 2005 se registraron 595 mil 713 matrimonios, al 2006 la cifra fue de 586 mil 978, en el 2007 el número de matrimonios registrados es de 595 mil 209.
Divorcios: De manera opuesta a la definición de matrimonio, la palabra divorcio significa disolver, separar, apartar a las personas que vivían en una estrecha relación. En los últimos años, el número de divorcios en México se incrementó considerablemente.  Al año 2005 se registraron 70 mil 184 divorcios, en el 2006 72 mil 396 y para 2007 la cifra es de 77 mil 255.
Divorcios. De manera opuesta a la definición de matrimonio, la palabra divorcio significa disolver, separar, apartar a las personas que vivían en una estrecha relación.
En los últimos años, el número de divorcios en México se incrementó considerablemente. ¿Por qué? Se supone que ahora los mexicanos tenemos un más alto nivel académico que nuestros abuelos, que hay mayores recursos para que fluya información de todos los temas que necesitamos investigar,  que hay profesionistas especializados en la conducta humana para dar asesoría competente a los matrimonios…
Mi convicción es que aquí es donde entra la justificación de un libro como éste. Porque miles de libros hablan del matrimonio, de la familia, de la educación de los hijos. Pero lo hacen con fundamentos humanos.  El hombre se ha olvidado de Dios.
El hombre ya se siente adulto y cree que no necesita a su Creador.
Oportuno resultará, cerrar este blog con las palabras del Salmo 127.1: “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.”
De acuerdo a la revelación de la Biblia el hombre sin Dios no podrá caminar. No podrá caminar bien, ni tener éxito. Porque Dios es la fuente de la vida, y la fuente de la verdadera sabiduría para vivir.

viernes, 17 de diciembre de 2010

DEBERES ESPITITUALES DE UN HOGAR CRISTIANO



Hay un mínimo de actividades que un hogar debe hacer si desea recibir la bendición plena de Dios de ser más que vencedor; actividades de las cuales estaremos conscientes al final de esta lección.
 Salmo 128:3,6: “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;  Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 6 Y veas a los hijos de tus hijos.  Paz sea sobre Israel.”
                         INTRODUCCION
Hoy es un buen día para continuar con nuestro estudio sobre los Hogares más que Vencedores. Generalmente la familias contemporáneas están tan ocupadas en mil actividades diarias que no tienen tiempo para pensar en los asuntos espirituales, ni tienen tiempo para estar unidos, pero nosotros creemos que la Biblia tiene razón al pedir lo que nos pide. A continuación haremos un esbozo de algunos aspectos de vital importancia para cada hogar cristiano.
1.- ADECUADA RELACION CON DIOS
1.- APRENDER LA PALABRA DE DIOS Y ADORAR A DIOS EN FAMILIA. Deut. 4:9-12
Aquí la Palabra nos exhorta a no olvidar lo que hemos visto de la grandeza del Señor con nosotros. Nos instruye el Señor también, a que enseñemos a nuestros hijos la revelación que hemos recibido del Señor. Nuestro hogar es el núcleo de la iglesia.  Nuestra casa también es una iglesia. Dice Deuteronomio 4.9-12: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
    10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos
    11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
    12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz ninguna figura visteis”
 La responsabilidad de que los hijos conozcan la Palabra de Dios, no es de los  pastores, o de la iglesia; sino de los padres de familia. La Iglesia nos auxilia, pero no nos exime de nuestro compromiso delante de Dios de que nuestra descendencia conozca al Dios del cielo.
1ªCor. 16:19 dice: “Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila,(A) con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor” Claro está, que aquí se habla de una pequeña iglesia que se congregaba en la casa de Aquila y Priscila; pero también de que su familia era parte integral de esta iglesia. Y como suceden las cosas, lo más seguro es que la Pastora Priscila principió a tener reuniones de adoración al Señor con su familia y luego se añadieron otros vecinos.
Aunque es un privilegio asistir al culto en la “grande congregación” como dice el salmista David,  es de vital importancia que en cada hogar se invoque el nombre del Señor. Por generaciones los cristianos evangélicos hemos sabido que “el hogar que ora unido, permanece unido”.
2.- ADORAR A DIOS COMO FAMILIA  EN LA CONGREGACIÓN.
Para las cosas importantes siempre procuramos estar juntos los que somos de una familia. Acudir a la casa de Dios para el culto cristiano debe ser un gran acontecimiento, y debemos fomentar la disciplina espiritual de apartar el tiempo que le corresponde a Dios.
3.- DIEZMAR CON REGOCIJO AL SEÑOR: Deut. 14:22-29
Muchas familias que han conocido el evangelio todavía no han estado dispuestos a diezmar al Señor como un principio espiritual que va a traerles prosperidad espiritual y prosperidad material. ¿La familia de cada uno de nosotros está aprendiendo a diezmar todos sus ingresos?
2.- UNA ADECUADA RELACION HUMANA
1.- TENER UN GOBIERNO ADECUADO. Prov. 31:71, 1ªTim. 3:4, 5, 12
Considerar los caminos de nuestra casa, implica que lo que le pasa a nuestra familia es algo que nos importa y que de continuo tenemos en primer lugar a los nuestros.
Cuando hemos conocido la palabra, tenemos recursos sobrenaturales para un gobierno adecuado en nuestra casa. Los hijos y la esposa se sienten protegidos y el esposo realizado.
2.- GUARDAR LA ARMONÍA Y LA COMUNIÓN. Génesis 45:24. Salmos 133:1
Reñir es una de las trampas más grandes trampas del enemigo contra la familia. Generalmente cuando dos esposos pelean por todo y continuamente, se pierden el respeto y terminan en divorcio. Los hijos de esposos que se pelean  continuamente hacen que sus hijos se desalienten.
Por el contrario la armonía y la comunión verdadera entre los miembros de la familia son un privilegio de los hijos de Dios. Hay un himno antiguo que dice: “Hogar de mis recuerdos, a ti volver anhelo; no hay sitio bajo el cielo, más dulce que mi hogar” Seguramente quien compuso ese himno fue un ser humano privilegiado, porque ya adulto añoraba los días de su niñez y adolescencia en el hogar paterno. De verdad que, hay muy pocos adultos que pudieran afirmar lo mismo.
Pero para eso hemos sido salvos, para tener la capacidad de Dios y construir hogares fuertes y bien avenidos. Dice la Biblia en el salmo 127.1: “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.”
3.- GUARDAR LA ARMONÍA CON LOS VECINOS. La armonía es un regalo del Espíritu a sus hijos. Tener una alta calidad de vida también implica: a) Evitar crear conflictos con nuestros vecinos; b) Enfrentar con sabiduría, entereza y humildad todos los problemas que puedan surgir y c) Ser siempre pacificadores en todo lugar y en todo tiempo. 1 Timoteo 3:7 dice: “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”
Por eso, dice también Proverbios 22.1: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.” Si eres hijo de Dios, tus vecinos, tus compañeros de trabajo, tus amigos y familiares no cristianos deben ver en ti, reflejada la gloria de Dios, principalmente al tratar con tu familia.
                             CONCLUSION
La familia debe ser:
1.- Temerosa de Dios
2.- Respetuosos entre ellos
3.- Amorosa
4.- Activa en oración