domingo, 23 de enero de 2011

¿CONSTANTINO CAMBIÓ EL SÁBADO POR EL DOMINGO?



La Comunidad Cristiana Filadelfia en uno de sus cultos dominicales
INTRODUCCIÓN:
Son frecuentes los casos en los que los cristianos son perturbados en la “fe una vez dada a los santos” por personas que pretenden saber más, ser mejores o haber recibido una “nueva” revelación.
Y por supuesto, dichos falsos maestros, son un peligro para los cristianos débiles.
Por un lado, es importante tener discernimiento para saber qué espíritu mueve a quienes vienen con pretendidas mejores doctrinas a inquietar y dividir. 
Seguramente hay un mover de Dios, y una restauración continua de “todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” Pero también es seguro que hay quienes movidos por su carne o por un espíritu engañador, se sienten cruzados de alguna verdad con la cual se casan y usan como arma para destrucción de las iglesias.
Este es el caso de un espíritu que con justa razón ha sido llamado “espíritu judaizante” y que surgió desde los mismos primeros días de vida del Cristianismo. Fue desechado por el Concilio de Jerusalén, en donde “pareció bien al Espíritu Santo” y a los apóstoles, profetas y ancianos allí reunidos no imponer sobre los gentiles que se convierten a Dios ninguna carga de prácticas y/o símbolos religiosos judíos. (Ver Hechos 15)
No obstante los judaizantes en vez de someterse a la autoridad delegada de Dios mediante los apóstoles y profetas, con la necedad que “este espíritu caracteriza” se extendieron a casi todas las iglesias en donde los siervos de Dios se esforzaban ir para plantar el Evangelio, y al llegar allá, perturbaban a los santos con sus ideas judaicas de guardar la ley y circuncidarse.
Así la confusión judaizante invadió todas las iglesias de la región de los gálatas, para quienes el Espíritu envía una  Epístola mediante su siervo Pablo; cuya sentencia apostólica se plasma en Gálatas 1.8-10: “Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.  Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
Pablo se sometió al juicio de los apóstoles y profetas en Jerusalén respecto de este tema; y con la autoridad apostólica que Dios le dio, dice lo que dice. Quienes vienen hablando de guardar la ley, observar el sábado y demás menudencias religiosas deben ser anatema.
CAMBIO DE DIA.
Un argumento falso y muy socorrido entre los judaizantes tiene que ver con el sábado.
Dicen sus propagandistas que los cristianos verdaderos en un principio de la historia cristiana adoraron a Dios en sábado, pero llegado el Emperador Constantino, él por decreto y con la autoridad imperial que tenía, impuso usar el domingo como día de adoración en vez del sábado por cuanto él era un adorador del sol y lo adoraba en domingo.
Desde el punto de vista histórico, esto es falso.

Principiemos por ver Hechos 20.7 que dice: “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche”.
¿Por qué los discípulos del primer siglo celebraban el culto y la ministración de la Cena del Señor en domingo y no en sábado?

 Ignacio de Antioquía, poderoso ministerio apostólico del Siglo I, dice:   “ Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su muerte” ( Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1)

 Justino Mártir  (ejecutado en el año 165 d. C. ), afirma: “Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos.”

En la carta de Plinio al emperador trajano,  escrita desde Bitinia entre los años 112 y 113,  describe la plaga en la que se habían convertido los cristianos, así como el fuerte arraigo que tenían en su creencia. Además, Plinio pide consejo a Trajano sobre cómo tratarlos. Pero entre otras cosas importantes, Plinio habla de los cristianos como gente de todos los estratos sociales, que se reúnen el domingo por la mañana para cantar himnos a Jesucristo como su Dios, y celebran la Cena del Señor, terminando con un voto renovado de vivir en santidad.

Los judíos guardan como día sagrado el sábado, los musulmanes guardan como día sagrado el viernes. Para los cristianos todos los días son consagrados a Dios. Los cristianos no guardamos el domingo, celebramos nuestra salvación en domingo, desde los primeros discípulos en el siglo I del Cristianismo, por las siguientes razones:
1.- El domingo, describe el inicio de la creación de Dios.
2.- Fue en domingo cuando se dio el anuncio de la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
3.- Fue un domingo cuando se derramó el Espíritu Santo en el Aposento Alto sobre los 120 discípulos, en donde María la madre de Jesús, era una más entre los discípulos en espera del cumplimiento de la promesa.
4.- Ese mismo domingo en que se derramó el Espíritu Santo sobre los 120 discípulos, nace la Iglesia con la conversión de tres mil personas.
5.- El Señor Jesús asciende a los cielos un domingo.
6.- Juan recibe la revelación del Apocalipsis en domingo. Dice Apocalipsis 1.10: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta
En la revelación progresiva de la Biblia, hay un claro avance entre el día de reposo del pueblo judío, y el DIA DEL SEÑOR del pueblo cristiano. Analicemos el  Salmo 118:22-24 que dice: “La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.
 De parte de Jehová es esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos.  Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él”.
Los versículos 22-23 se refieren a la resurrección de Cristo de entre los muertos, como Pedro señaló cuando citó el versículo 22 al Sanedrín en Hechos 4:10-11. El versículo 24 así se refiere proféticamente al día que Cristo resucitó de los muertos. “Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmo 118:24).
Matthew Henry dijo que debe “entenderse que el Día de Reposo Cristiano [el Domingo] nosotros lo santificamos como recuerdo de la resurrección de Cristo” (Traducción de Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible, Hendrickson Publishers, 1996 reimpresión, tomo. 3; nota sobre Salmo 118:24). Asimismo el Dr. Gill dijo que se refiere al “Día del Señor, guardado para conmemorar...el día de su resurrección” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the Old Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpresión, tomo. IV, p. 207; nota sobre Salmo 118:24).
        Así el Salmo 118:24 se refiere proféticamente al Día del Señor, el día que Cristo resucitó de los muertos. De tal forma que  este importante pasaje Mesiánico en el Salmo 118 anuncia “el día que el Señor ha hecho”, el día de la resurrección de Cristo, el primer día de la semana, el “Día del Señor” de la llegada del Nuevo Testamento.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA DOMINGO:
        Me dice un adventista: “Es que domingo en Inglés se dice Sunday que quiere decir día del sol.” Es verdad. Pero le repliqué: “¿Sabe cómo se dice sábado en Inglés? Me contestó. “No”. Le dije se dice: Saturday, que significa día de Saturno. Entonces ese argumento es inútil, porque si sábado es día de Saturno y domingo es día del Sol. Ambos términos (en inglés) hablan de dioses falsos.
Pero el primer día de la semana en español, tiene la bienaventuranza de encerrar un concepto totalmente bíblico y evangélico. Viene del Latín “dominicus [dies]“- “[día] del Señor” acentuado en la primera “i” por lo que con el tiempo la segunda desapareció para convertirse en “domincus” que terminó en nuestra palabra actual “domingo”. “Dominicus” es el adjetivo de la palabra latina “dominus-”señor
EL SEÑOR JESÚS PREPARÓ A SUS DISCÍPULOS PARA SUPERAR EL SÁBADO.
En Marcos 2:21-28 Jesús habla del Antiguo Pacto como el vestido viejo, y del Nuevo Pacto como el paño nuevo. Y dice: “Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.  Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;  cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?  También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo
Jesucristo enseña que el día sábado fue hecho por causa del hombre, y que Él, Jesucristo, es Señor aún sobre el día de reposo.

Con lo hasta aquí visto, es obvio que el argumento de que los cristianos de hoy, nos congregamos básicamente los domingos para adorar a Dios, no es por un decreto de Constantino, quien únicamente hizo oficial lo que "de facto" vivían los cristianos. 

En todo caso, si estamos equivocados los cristianos de hoy, al celebrar nuestros cultos preferentemente en domingo, ignorando guardar "el shabat judío", tendríamos que concluir que desde Pablo, y todas las iglesias del primer siglo, durante 20 siglos hemos estado equivocados en este punto. Peo para gloria de Dios, proclamamos aquí, que nosotros somos cristianos y no judíos de raza o de religión.