miércoles, 17 de agosto de 2011

¿TRIPLE PODER DEL PAPA ROMANO?

Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez
en un desayuno-conferencia.
 ¿Qué es la tiara?

La Tiara Papal y el Escudo Papal: símbolos del "triple poder" que reclama  la Curia Romana para el Papa. "Padre de reyes.""Gobernador del mundo.""Vicario de Cristo."

La Tiara Papal es la corona del papado. Si alguna vez has leído la Biblia y crees que es la Palabra de Dios, seguramente habrá en tus entrañas una santa indignación y un repudio categórico ante las pretensiones desmedidas del Vaticano. El Señor Jesucristo dice en Lucas 22.25-26:


Tiara de Benedicto XVI
Los reyes de las nacioneses se enseñorean de ellas; y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores. Más no así entre vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige como el que sirve
¿Cómo puede el anti Cristo con un cinismo desmedido decir que es Vicario de Cristo en la tierra siendo la total antítesis del Espíritu Humilde de Cristo? Y la tiara es un buen ejemplo.
¿Qué es la tiara papal?  “Es un tocado alto, propio del Papa, con tres coronas que simbolizan su triple autoridad como Papa, obispo y rey, y que remata en una cruz sobre un globo. Dignidad del Sumo Pontífice.”16
Escudo del Vaticano
Termina en forma de ojiva, plateado, al cual se aplicaban en la época de Bonifacio VIII dos coronas y desde 1314 en adelante, tres coronas (razón por la cual se lo denomina "trireino”.
Durante más de un milenio, todos los Papas fueron coronados con la tiara en la Coronación Papal. Permanece como uno de los símbolos claves del papado, integrado en el Escudo del Vaticano, a pesar de ser el Papa Pablo VI, en el 1963, el último Papa coronado;  ya que Juan Pablo I, quien fue elegido Papa en el segundo día de cónclave el 26 de agosto de 1978,  rechazó entre otras cosas ese tipo de corona; rechazo que le costó según muchas opiniones, el ser envenenado el 28 de septiembre del mismo año, apenas a escasos 33 días de pontificado, cuando su médico le había examinado y hallado plenamente sano del corazón. 

A pesar de esa declarada oposición de la curia, el Papa Juan Pablo I optó por no ser coronado, eligiendo en cambio, tener una Misa de Inauguración Papal de características menos formales. Ioannes Paulus PP. I, quien realmente era  Albino Luciani fue visto por la curia romana como un peligro para el Catolicismo Romano…casi un protestante en el Vaticano.


Joseph Ratzinger, nació en  Marktl am Inn, Baviera, Alemania, 16 de abril de 1927, y actual romano pontífice,  adoptó el nombre de Benedicto XVI y decidió  sustituir  la tiara en su escudo,  con el tradicional mitre y el palio de obispo, símbolos de la autoridad del Pontífice como Obispo de Roma. No que haya un arrepentimiento de tanta soberbia en el pontífice romano, sino que ante el avance de tanto conocimiento, científico, tecnológico y social, sumados a tantos escándalos de inmoralidad en cientos de clérigos; la curia romana se ha visto presionada para disimular su ostentación.

¿Cuánto costará una tiara? Depende. Depende del momento en que se ha mandado a hacer. La Tiara Milán (1922) de Pío XI tenía dos mil piedras preciosas incrustadas, mientras la de Juan XXIII (1959) tenía veinte diamantes, dieciséis esmeraldas, sesenta y ocho rubíes y setenta perlas. La cantidad programada originalmente era el doble, pero Juan XXIII insistió que la mitad fuera devuelta y el ahorro fuese donado a caridad.
Una sola corona no es suficiente para proyectar la autoridad y los poderes que la Curia Romana se adjudica. ¡Se necesitan TRESCORONAS, cuando nuestro bendito Salvador tuvo una y fue de espinas!  Cómo cristiano sé que  Cristo nunca pretendió que le coronaran con una tiara de tres coronas.  ¡Jamás! Los  apóstoles y profetas tampoco.  ¿Alguna vez y en algún lugar, coronaron a Pedro “príncipe de los apóstoles”, colocándole una tiara de tres coronas? Jamás. Sería grotesco aún pensarlo.

Todo el inmenso imperio Católico Romano está fundamentado en interpretaciones equivocadas de las palabras dirigidas por Cristo a Pedro, según Mateo 16:18-19. “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia.” Que ya hemos examinado ampliamente en el capítulo Uno, de esta obra. Cualquier estudioso honesto aprende pronto y sin mayor dificultad que “petros” (Pedro)  es una palabra distinta de  “petra” (Roca), y entiende claramente que, Jesucristo no fundó su Iglesia sobre Pedro sino sobre sí mismo como “la piedra principal del ángulo, escogida, preciosa” (1 Pedro 2:6-8), incorporando él a todos “los apóstoles y profetas” de todas las edades de la Iglesia  en “el fundamento”, y no tan solo a Pedro (Efesios 2:20-22).
La Religión Católica Apostólica y Romana, como organización compleja, grande y poderosa debe su existencia a simples pero desastrosos fallos interpretativos, leyendas inventadas, herencias babilónicas y  suposiciones infundadas!
Las primeras coronaciones papales ocurrieron en San Juan de Letrán, la catedral de la Diócesis de Roma, sede del Papa. No obstante por cientos de años las coronaciones papales han ocurrido tradicionalmente en las proximidades de la Basílica de San Pedro, aunque algunas coronaciones ocurrieron en Aviñón durante el Papado de Aviñón. En 1800 el Papa Pío VII fue coronado en la apartada iglesia del monasterioBenedictino de la isla de San Giorgio, después que su último precursor fue forzado al exilio temporal durante el período en que Napoleón Bonaparte capturó Roma.
Sin embargo la hostilidad pública al papa en Roma condujo a que la ceremonia fuese movida de San Juan de Letrán a la más segura Capilla Sixtina para la coronación del Papa León XIII, []debido al temor de que las multitudes anticlericales, inspiradas por la unificación italiana, pudieran atacar la Basílica e interrumpir la ceremonia. Coronaron a Papa Benedicto XV también en la capilla en 1914. El Papa Pío XI fue coronado sobre el "dais" (una plataforma levantada en un cuarto para la ocupación dignificada) delante del Altar Alto en la Basílica de San Pedro. Los Papas Pío IX, Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI se coronaron en público en el balcón de la basílica, frente a la muchedumbre situada debajo, en la Plaza de San Pedro.
En 1939, la coronación del Papa Pío XII fue la primera en la que se realizó una filmación y la primera coronación difundida en vivo por radio. La ceremonia, que duró seis horas, fue presenciada por altos dignatarios internacionales; éstos incluyeron al heredero al trono italiano, el Príncipe de Humberto II, los  ex-reyesFernando I de Bulgaria y Alfonso XIII de España, al duque de Norfolk (que representó al rey Jorge VI del Reino Unido) y el irlandésTaoiseachEamon de Valera.
El rito de coronación del Papa, que se lleva a cabo precisamente por la imposición de la tiara de tres coronas, dice: "Recibe la tiara ornada de tres coronas y sabe que tu eres el padre de príncipes y reyes, el Vicario de Nuestro Salvador Jesucristo, al que se deben el honor y la gloria por los siglos de los siglos".
Si queremos encontrar el modelo de la tiara papal no tenemos más que escudriñar los anales de las antiguas tablillas asirias. Invitamos al lector a fijar la atención en la obra ilustrada Simbolismo antiguo pagano y moderno cristiano del Dr. Inman.
En la página 64 se reconocerá fácilmente el ornamento de la cabeza del sucesor de San Pedro en el gorro en uso entre los dioses y ángeles de la antigua Asiria, “en donde dicha prenda aparece coronada por un emblema de la trinidad masculina (la cruz cristiana).” “Podemos indicar de paso –añade el Dr. Inman- que así como los católico-romanos adoptaron la mitra y la tiara de “la maldita raza de Cam”, así también adoptaron el báculo episcopal de los augures de Etruria y la forma artística con que visten ellos a sus ángeles, de los pintores y fabricantes de jarrones de la Magna Grecia y de la Italia central.” (Isis sin velo, II, 94).
Pero, a la forma externa que hemos anotado inmediatamente arroba sobre la tiara papal, hay un espíritu de soberbia, blasfemia y arrogancia que los romanos pontífices han acumulado para su vergüenza y condenación, cuando tengan que comparecer frente al gran trono Blanco, para ser juzgados. Dicha cúmulo de maldad se resume en el famoso documento Dictatus Pape.
¿Qué significa Dictatus papae? En Español significa: Principios del papa. Se trata de 27 sofismas que el Romanismo considera axiomas que fueron publicados en 1075, recogiendo el ideario político y religioso del papa Gregorio VII.De Wikipedia, la enciclopedia librSaltar a navegación, búsqueda
Algunos historiadores argumentan que fueron escritos (o dictados) por el propio Gregorio VII; otros consideran que fueron redactados posteriormente y que tienen un origen distinto para justificar el poder papal. En el año 1087 el Cardenal Deusdedit publicó una colección de decretos, dedicados al Papa Víctor III, que representaban la ley del canon eclesiástico que había recogido de diversas fuentes, tanto legítimas como falsas (como el Pseudo-Isidoro). Los Dictatus Papae coinciden tan estrechamente con esta colección, que existen varias teorías que argumentan que se basaron en ella; y que por lo tanto los Dictatus fueron recopilados y redactados posteriormente al año 1087.
Los Dictatus Papae comienzan con una encabezado que sugieren que el papa es el autor, pero no fueron ampliamente divulgados más allá del círculo inmediato de la curia papal. Ninguno de los conflictos papales del año 1075 y siguientes, parecen estar directamente relacionados con su publicación, aunque la política del Papa Gregorio VII y sus seguidores durante estos conflictos parecen seguir el mismo espíritu.
Los principios expresados en los Dictatus Papae resumen en gran parte los principios de la reforma gregoriana, que había sido iniciada por Hildebrando de Toscana antes de convertirse en el Papa Gregorio VII. El axioma con el que se arrogaba el derecho de deponer emperadores disolvió el equilibrio altomedieval simbolizado por las "dos espadas", el poder espiritual y el poder temporal, los poderes complementarios de la potestas (o imperium) y la auctoritas que había regido en Europa Occidental desde la época de los merovingios, basado en precedentes romanos.
Según los Dictatus Papae, la unidad de la sociedad cristiana queda cimentada sólo por la fe. El orden laico no tiene otra función que ejecutar las órdenes formuladas por el clero y su monarca absoluto, el Papa, vicario de Cristo. De hecho, es el Papa el único titular legítimo del Imperio, que puede delegar su poder en los soberanos temporales y reprender su gobierno. El Emperador es considerado como un simple cooperante subordinado del Papa. Debido a su contenido político, estos decretos no fueron publicados ni en el Sacro Imperio Romano Germánico, ni en los reinos ibéricos,  ni en Inglaterra.


Del Archivo Vaticano, tomamos los Dictatus Papae  y son los siguientes:
I.«Quod Romana ecclesia a solo Domino sit fundata». (Que la Iglesia Romana ha sido fundada solamente por el Señor).
II. «Quod solus Romanus pontifex iure dicatur universalis». (Que sólo el Pontífice Romano sea dicho legítimamente universal).
III. «Quod ille solus possit deponere espiscopus vel reconciliare». (Que él sólo puede deponer o reponer obispos).
IV. «Quod legatus eius omnibus episcopis presit in concilio etiam inferioris gradus et adversus eos sententiam depositionis possit dare». (Que su legado está en el concilio por encima de todos los obispos aunque él sea de rango inferior; y que puede dar contra ellos sentencia de deposición).
V. «Quod absentes papa possit deponere» (Que el Papa puede deponer ausentes).
VI. «Quod cum excommunicatis ab illo inter cetera nec in eadem domo debemus manere». (Que con los excomulgados por el Papa no podemos, entre otras cosas, permanece en la misma casa).
VII. «Quod illi soli licet pro temporis necessitate novas leges condere, novas plebes congregare, de canonica abatiam facere et e contra, divitem episcopatum dividere et inopes unire». (Que sólo al Papa le es lícito, según necesidad del tiempo, dictar nuevas leyes, formar nuevas comunidades, convertir una fundación en abadía y, recíprocamente, dividir un rico obispado y reunir obispados pobres)
VIII. «Quod solus possit uti imperialibus insigniis». (Que él sólo puede llevar las insignias imperiales).
IX. «Quod solius pape pedes omnes principes deosculentur». (Que todos los príncipes deben de besar los pies solamente del Papa).
X. «Quod illius solius nomen in ecclesiis recitetur». (Que sólo del Papa se nombre el nombre en las iglesias).
XI. «Quod hoc unicum est nomen in mundo». (Que este nombre es único en el mundo).
XII. «Quod illi liceat imperatores deponere». (Que le es lícito deponer a los emperadores).
XIII.«Quod illi liceat de sede ad sedem necessitate cogente episcopos transmutare». (Que le es lícito trasladar a los obispos de una sede a otra, si le obliga a ello la necesidad).
XIV. «Quod de omni ecclesia quocunque voluerit clericum valeat ordinare». (Que puede ordenar un clérigos de cualquier iglesia en donde quiera).
XV. «Quod ab illo ordinatus alii eclesie preesse potest, sed non militare; et quod ab aliquo episcopo non debet superiorem gradum accipere». (Que un ordenado por él puede presidir otra iglesia, pero no servirla; y que el ordenado por él no puede recibir un grado superior de otro  obispo).
XVI. «Quod nulla synodus absque precepto eius debet generalis vocari». (Que ningún sínodo se llame general si no ha sido por orden del Papa).
XVII. «Quod nullum capitulum nullusque liber canonicus habeatur absque illius auctoritate». (Que ningún capitular ni ningún libro sea considerado como canónico sin su autorizada permisión).
XVIII. «Quod sententia illius a ullo debeat retractari et ipse omnium solus retractare possit». (Que su sentencia no sea rechazada por nadie y sólo él pueda rechazar la de todos).
XIX. «Quod a nemine ipse iudicare debeat». (Que no sea juzgado por nadie).
XX. «Quo nullus audeat condemnare apostolicam sedem apellantem». (Que nadie ose condenar al que apela a la sede apostólica).
XXI. «Quod maiores cause cuiscunque ecclesie ad eam referri debeant». (Que las causas mayores de cualquier iglesia, sean referidas a la sede apostólica).
XXII. «Quod Romana ecclesia nunquam erravit nec imperpetuum scriptura testante errabit».(Que la Iglesia Romana no ha errado y no errará nunca, según testimonio de las Escrituras).
XXIII. «Quod Romanus pontifex, si canonice fuerit ordinatus, meritis beati Petri indubitanter efficitur sanctus testante sancto Ennodio Papiensi episcopo ei multis sanctis patribus faventibus, sicut in decretis beati Symachi pape continetur». (Que el Pontífice Romano, una vez ordenado canónicamente, es santificado indudablemente por los méritos del bienaventurado Pedro, según testimonio del santo obispo
Ennodio de Pavía, apoyado por los muchos santos Padres según se contiene en los decretos del Beato Papa Símaco)).
XXIV. «Quod illius precepto et licentia subiectis liceat accusare». (Que por orden y permiso suyo es lícito a los subordinados formular acusaciones).
XXV. «Quod absque synodali conventu possit episcopus deponere et reconciliare». (Que sin intervención de Sínodo alguno puede deponer y reponer obispos).
XXVI. «Quod catholicus non habeatur, qui non concordat Romane ecclesie». (Que nadie sea llamado católico si no concuerda con la Iglesia Romana).
XXVII. «Quod a fidelitate iniquorum subiectos potest absolvere». (Que el Papa puede eximir a los súbditos de la fidelidad hacia príncipes inicuos).
Puede notarse claramente que el espíritu papal en anticristiano  y muy contrario al Evangelio. La tiara es solo la punta del iceberg, en este universo de codicia por el poder temporal de los papas. La ambición desmedida de los papas va más allá de cualquier otro monarca sobre la faz de la tierra.
Benedicto XVI viene a España, un país que originalmente fue evangelizado por líderes arrianos, de los que fueron excomulgados, depuestos, o desterrados por Constantino el Grande; y que con el trabajo astuto de curas romanos por varios siglos, lograron someterla a Roma.
Durante el siglo XVI al XX España fue un baluarte de ROMA. Pero ahora España ha cambiado. Cientos de miles de españoles se manifiestan abiertamente en contra de la visita del pontífice romano a España, sobre todo; se oponen al que el Gobierno Español erogue del erario público dinero para las pomposas apariciones del papa de la mirada amargada y triste. 
¿Triple poder? ¿Tiara papal? Dichas pretensiones sólo son realidad en la historia de la Edad Media y en la cabeza de curas o que creen que viven en la edad Media o que quisieran que regresemos a la Edad Media. Pero afortunadamente vivimos en el Siglo XXI, siglo en el cuál las iglesias cristianas evangélicas impactarán a los cinco continentes con el Evangelio Eterno de Jesucristo y la manifestación del los dones del Espíritu Santo.