lunes, 14 de marzo de 2011

PATRIMONIO Y FINANZAS EN LA FAMILIA




INTRODUCCIÓN.
Dentro de un proyecto de vida que cada cónyuge debe tener antes de contraer matrimonio y que debe compartir con su futura pareja, debe haber un capítulo bien definido acerca del patrimonio económico y la manera de administrar las fianzas de la familia.
Un joven maduro, y listo para el matrimonio, no puede perder el romance del noviazgo, pero tampoco puede perder de vista la manera como lleva de soltero y llevará de casado sus fianzas y la adquisición de bienes.
Bueno será tomar en cuenta el consejo bíblico en Proverbios 6.6 que dice: “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos y sé sabio” y en Proverbios 30.25 dice: “Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida”
La mayoría de los jóvenes, por falta de orientación de sus padres y de sus pastores se avocan a un romance basado en la fantasía. No previenen nada y después e la luna de miel despiertan a una pesadilla que durará o toda la vida o hasta el día del divorcio por falta de solvencia económica.
PREVISIÓN EN LA SOLTERÍA.
Gran cantidad de adolescentes pierden mucho tiempo con noviazgos insulsos y sin objetivos claros. El adolescente quiere tener novia para sentir que ya es “grande”. Pero, no tienen hábitos de higiene, estudio y trabajo. Están reprobando en la escuela y no contribuyen de manera significativa a los trabajos cotidianos de la casa. Los padres no debemos reprimir a nuestros hijos cuando en la adolescencia quieren tener novia, pero debemos orientarlos conforme a la Palabra. Dice Eclesiastés 3.1: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Cuando nuestros hijos son precoces, hay que darles una atención especial.
En Génesis 1 y 2, en donde se nos describe la creación de Dios, tenemos un plan que bien haríamos en tomar en cuenta.
Dios pudo haber creado al hombre el primer día, y tenerlo en una total inclemencia. Pero no fue así. Primero creó la luz, las lumbreras, la tierra y los mares, la vegetación y la fauna. De manera que al crear al hombre, el hombre tenía todos los recursos materiales a su alcance para la subsistencia.
Los jóvenes cristianos, deben ser responsables, como para usar en primer lugar su niñez y adolescencia en la preparación para la vida adulta. Dentro de esa preparación, deben figurar, su relación con Jesucristo y su preparación académica y física.
La preparación académica será la única vía segura para lograr un estatus económico superior al de sus padres. Para eso debieran recordar a Daniel, el profeta traspuesto a Babilonia. En Daniel 1 aprendemos que los hijos de Dios son capaces de estar preparados en el terreno académico diez veces mejor que los impíos. (Leer Daniel 1, todo el capítulo).
ESTADO IDEAL.
Cuando Leemos la historia de la Creación en Génesis 1, aprendemos de Dios mismo un principio muy valioso para la formación de un futuro hogar. Dios nos creó al hombre al segundo día, aunque pudo haberlo hecho. Sino que lo creó hasta el sexto día, cuando ya había sol, luna y estrellas, cuando los campos tenían árboles frutales, había expansión en los cielos y toda clase de animales. Dice Génesis 1.26: “”Hagamos al hombre…” Esto es, Dios preparó las condiciones óptimas para poner al hombre sobre la tierra. Y todavía, le preparó un huerto hermoso, el Eden. Y una pareja debe preparar las condiciones óptimas para casarse. Lo anterior nos enseña que las nuevas generaciones deben ser preparadas por los padres, pastores y maestros, para que no se establezcan matrimonios improvisados, sin planeación y sin un futuro promisorio.
Cuando dos adolescentes que apenas están en la Secundaria, y no cuentan ni con un patín, lamentablemente deciden casarse, lo más seguro es que formarán un hogar que va a fracasar; pero si dicho matrimonio perdura será en medio de muchas carencias y mucho sufrimiento.
No así, cuando ambos futuros cónyuges han aprovechado su infancia y su adolescencia para una preparación integral en donde la superación académica es garantiza un futuro con estabilidad económica.
Particularmente el varón debe tener la capacidad de garantizar con su profesión y su trabajo que es capaz de generar recursos económicos suficientes para su futuro hogar.
Lo ideal es que básicamente la pareja pueda adquirir una casa o un departamento propio en donde vivir antes de casarse. Si lo hacen, tendrán garantizado un futuro económico con mayor tranquilidad.
TRABAJO TESONERO.
Deuteronomio 28.8 dice: ”Jehová te enviará bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da” y Deuteronomio 28.12 dice: “Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra a tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.”
En ambos versículos Dios ofrece bendecir la obra de nuestras manos. Los cristianos debemos ser gente laboriosa, gente inteligente para generar bienes.
La prosperidad es un derecho de los hijos de Dios. En III de Juan 2 dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Aquí el término “prosperado” viene del griego se dice:  (euodoo), que literalmente debe traducirse “ayudar sobre la marcha”, y también significa “tener éxito en un alcanzar”. Aquí aprendemos que la prosperidad de Dios no es un acto momentáneo o pasajero. Sino más bien es un estado de éxito continuo que va en aumento cada día, lleno de bienestar.
LA ADMINISTRACIÓN DEL DINERO.
En Lucas 14.28 dice: “Porque, ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”
Este es un principio infalible de administración. Pero no sólo es importante saber cuanto tenemos o cuánto necesitamos para un proyecto, o para sostener a la familia en una quince; también importante ver quién administrará dichos recursos.
Se ha discutido mucho, quién y cómo debe administrar el dinero de la familia. NO HAY UNA FÓRMULA INFALIBLE.
Hay hogares en dónde la esposa tiene una alta capacidad administrativa, sabe ahorrar, sabe planear, sabe prever. Y si lo hace mejor que el esposo: de común acuerdo, ella debe recibir todos los ingresos y administrarlos.
Hay otros hogares en donde quien tiene esa habilidad es el esposo. Entonces que él lleve el control de los ingresos y los gastos.
Hay otros hogares en donde ambos cónyuges pueden discutir y planear sus compromisos financieros y ambos comparten las decisiones sobre ahorros, compromisos y gastos.
Por no observar el principio de que quien debe administrar el dinero es quien tiene la mejor capacidad, muchos matrimonios terminan en separación, porque llegan un momento en que su situación financiera los colapsa.
El hogar debiera tener el principio de Juan Wesley, fundador del Metodismo: “Gana todo lo que puedas, ofrenda a Dios todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas”
LA EDUCACION DE LOS HIJOS:
Dentro de las erogaciones fuertes que un hogar enfrenta, debe estar en primera línea la inversión en la educación de los hijos. Para ello, cuanto antes, una pareja una vez que se ha casado debiera tener un plan de cómo erogar gastos para la educación de los hijos. Y puede abrir una cuenta de ahorros al respecto o comprar un seguro para la educación. Pero si nada de eso hay, los esposos deben estar conscientes de que después del conocimiento del Evangelio, la educación de sus hijos es la mejor herencia que pueden dejarles.
ADQUISICIÓN DE BIENES.
La adquisición de bienes es un buen proyecto para la familia. La familia debe procurar adquirir bienes inmuebles antes que otra cosa. Hay quienes andan en un coche último modelo pero nunca han pensado en comprar un terreno para construir en el futuro su casa.
En Proverbios 31.16 en donde se describe a una mujer sabia, dice: “Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos”
Hay mucha sabiduría en comprar un inmueble en vez de un bien suntuoso. Casi siempre para adquirir un inmueble hay que sacrificar otras cosas, pero vale la pena. Esta es una de las razones válidas para buscar financiamiento bancario o prestamos con la familia y/o los amigos.
UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO.
Cada familia cristiana, es una familia ordenada en todo, y particularmente en sus finanzas. Otro principio del Dr. Juan Wesley principalmente a sus pastores es este: “No adquieras una deuda sin que tengas la certeza de que podrás pagarla”
Del total de los ingresos, deben apartarse las cantidades que representan los egresos fijos primero:
1.- Diezmos y ofrendas.
2.- Renta (si la casa en donde vive la familia no es propia)
3.- Luz, agua, impuestos, teléfono, Internet, etc.
4.- Comida, pasajes, ropa y calzado.
5.- Ahorros, vacaciones.
Como no hay dos hogares con el mismo ingreso, cada familia debe adecuar su realidad económica para tener tranquilidad y evitar deudas financieras innecesarias.
Todos los hogares, sea cual sea su ingreso, deben aprender a no despilfarrar su dinero en una fiesta cualquiera. Un joven que ganaba el año pasado 6 mil pesos mensuales, de pronto quiso demostrarle a sus suegros que él también podía hacer una gran fiesta de cumpleaños para su bebita de un año, y derrochó 27 mil pesos para dicha fiesta. Yo me enteré cuando vino a pedirme prestado un dinero para viajar a su trabajo en camión.
O los clásicos mexicanos que se van en “semana santa” A Acapulco y la semana siguiente están haciendo fila en Monte de Piedad para empeñar la la televisión, el refrigerador y hasta la plancha. Dichos cuadros tristes, deben evitarse a toda posta por una familia que tiene la mente de Cristo, y la bendición de ser parte del pueblo de Dios.

CONCLUSIÓN:
Uno de mis maestros en la Universidad me dijo: “Cuando falta el dinero en la casa, el amor sale por las ventanas”. Esto es cierto. Especialmente los jóvenes deben ser guiados y aconsejados, para que no crean que todo lo que necesitan para casarse y formar un hogar es estar terriblemente enamorados. Eso es pasajero y superficial si no hay bases sólidas para construir un hogar estable y bien avenido.
Los hijos de Dios tenemos el consejo de Dios, para ser sabios y tener buen éxito en la construcción de nuestro hogar. Nuestros hogares, deben ser hogares más que vencedores.