miércoles, 27 de octubre de 2010

GUADALUPE, LA DIOSA BABILÓNICA

Por decreto del Papa Juan Pablo II en el 2002 dado en México durante la canonización del personaje mitológico (que nunca existió) llamado Juan Diego y que ahora resultó ser un INDIO BARBADO, de nariz refinada Y CABELLO ONDULADO; EL MITO DE LA Virgen Guadalupana deberá llegar a ser la advocación de la diosa Semiramis más conocida y venerada en la América Latina.

Hasta inicios del siglo XVII, en México nadie había sabido de una aparición guadalupana. En 1810 cuando el Cura Hidalgo tomó en la guerra de independencia de México, lo que no se dice es que los españoles tomaron la imagen de la Virgen de los Remedios que en ese momento era más conocida, más poderosa y venerada por la población mexicana.

Al paso del tiempo, hasta hace algunas décadas, Guadalupe era el mito religioso mas popular de México, pero ahora hay una constante infiltración de religiosos guadalupanos por todos los países latinoamericanos. Antes de finales de este siglo, si Cristo no viene antes, el 12 de diciembre será día religioso obligatorio de guardar en toda América Latina. A las pruebas nos remitimos. Es una de las mil estrategias del clero romano para frenar el avance de las Iglesias Cristianas Evangélicas.

Pero ¿Cómo surge el mito guadalupano? Aunque esta pregunta deberé contestarla en un libro aparte, debo anotar que, varios siglos antes de la conquista española a México, en el cerro del Tepeyac, lugar en uno de los centros religiosos más importantes de toda meso América, allí se rendía culto a Semiramis en si advocación de TONATZÍN , que en el idioma Nahuatl, el de los aztecas, significa: NUESTRA MADRE, madre de todos y tenia connotación de ser madre de Dios. ERA VIRGEN Y ERA MADRE. Subrayo, VIRGEN Y MADRE, porque es una copia perfecta de la Semiramis babilónica, recordemos lo asentado en el capítulo anterior, que por su importancia, transcribo otra vez aquí en su página 12 a su vez mencionado en el libro “Babilonia Misterio Religioso” en su página 21 dice: “Pero no tomando en cuenta su nombre o lugar, era la esposa de Baal, la reina-virgen del cielo quien dio fruto sin haber concebido”

El Tepeyac era uno de los lugares de culto prehispánico más conocidos en toda América, hay indicios históricos que hubo peregrinaciones desde Perú y toda Centroamérica al Cerro del Tepeyac, además de los pobladores de México, para adorar el 12 de diciembre a Tonatzin.

¿Cómo lo hacían? Con tamboriles, danzas y ofrendas de flores y aves de plumajes vistosos. Además los indígenas tenían que hacerlo porque Tonatzin aparte de ser “nuestra madre” era la madre de todos los dioses. Cuando los frailes franciscanos quisieron combatir el culto a Tonatzin poniendo en su lugar la original Virgen de Guadalupe que está en Extremadura España y de lo cual era devoto Hernán Cortés, el conquistador de México, porque el era oriundo de ese lugar, NO LO LOGRARON. Guadalupe era la diosa del opresor. Los indios la despreciaron. (A la entrada dela antigua Basílica de Guadalupe en México, a mano derecha, hoy mismo, está esa original virgen de Guadalupe española y tiene la cabeza inclinada en sentido opuesto a la Guadalupe “india” que se pintó después)

Así que un indio de nombre Valeriano pintó dos imágenes con rasgos indígenas iguales. Una en la cúpula del convento de Huejotzingo estado de Puebla y otra en tilma (que no es ayate como se ha dicho), la cual fue puesta en el Tepeyac en una modesta ermita olvidada por décadas, aunque algunos frailes les decían a los indios ella es Tonantzin, se llama Guadalupe.

La imagen guadalupana idéntica a la del Tepeyac quedó cubierta con cal en la cúpula de la actual abandonado convento de Huejotzingo hasta que se ordenó la remodelación de este edificio colonial, a finales del siglo pasado.

Poco a poco los indios fueron identificando a Guadalupe con su antigua diosa, la cual había perdido la guerra de conquista y vino a ser la consolación sicológica de la presión del poder español sobre el indio.

Juan de Zuamarraga, el primer obispo de México en cuyo tiempo dicen los curas que se apareció la Guadalupana y se plasmó en el ayate de Juan Diego y que éste a su vez llevó al obispo en Tlatelolco, escribió al Rey Fernando muchas cartas e informes; aun relata con detalles un incendio en el retablo de la iglesia de los franciscanos en Av. Madero junto a la actual torre Latinoamericana de la ciudad de México, pero de las apariciones guadalupanas no dice nada.

Además, en la fecha en que los curas aparicioncitas dicen que Guadalupe se apareció y fue llevada a Juan de Zumarraga, éste se encontraba en España para rendir un informe especial. ¿Cómo estaba en España y recibió en audiencia al mitológico indio Juan Diego?

Guadalupe no es término Náhuatl, sino árabe. Significa EL RIO DEL LOBO. Guadalupe es la virgen del Rio del Lobo. Ya fue dicho, la original se encuentra en Extremadura. Y refleja la influencia cultural de los moros(así se conoció a los musulmanes que dominaron España)

Pero actualmente, la fiesta para la “Santísima Virgen de Guadalupe, reina de México y emperatriz de América”, es la madre de Dios. Es la virgen más milagrosa y se le ha coronado desde principios del siglo pasado como emperatriz, de una manera burda. Se colgó de un lazo una bellísima una bellísima corona de oro frente a la tilma que llegaba hasta la altura de su cabeza, ya que es una pintura y no un ídolo de bulto como comúnmente son las vírgenes babilónicas y las católico-romanas.

Así cada vez se hace más énfasis en estar en una época religiosa especial del año que va desde el 12 de diciembre en que se aparece la Virgen, hasta el 24 de diciembre en que da a luz la Virgen.

Con este proceso complejo y curioso de mestizaje religioso, hay que añadir “los nacimientos” en que todo el mundo católico y ahora también episcopal y luterano del mundo se colocan. Los nacimientos son invención de Francisco de Asis ¿sabias que en los primeros mil años del Cristianismo nunca se puso un nacimiento el 24 de diciembre?

Así que la celebración navideña exalta más a Semiramis que a cualquier otra diosa. En los nacimientos la figurilla del “niño Dios” viene a ser un elemento más entre los que sobresalen la virgen.

Pero bajo la revelación del Espíritu Santo, los cristianos nacidos de nuevo oímos la voz que dice: “Salid de ella pueblo mío, para que seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Apoc. 18.4)

Hay que anotar este contraste importante: Un inconverso, entre más católicos es más mariano; pero los nacidos de un nuevo, somos cristianos porque tenemos al Cristo vivo como el centro de nuestra fe y de nuestra adoración.