domingo, 15 de abril de 2012

¿ ES GENUINO EL MOVIMIENTO CARISMÁTICO DENTRO DE LA RELIGIÓN ROMANA?


Hablar de Movimiento Carismático es hablar de un tema muy amplio, variado y heterogéneo. Hay un movimiento Carismático Internacional (Protestante), hay uno Católico (oficial) y hay movimientos nacionales, entre los más notorios el Carismático Católico de Chile, por ejemplo.
Pero, definamos el término CARISMATICO. Viene de la voz griega KARSIMA, que significa DON Y SE APLICA directamente a los dones del ESPÍRITU SANTO. Al uso y vigencia de estos dones. Y a la manifestación que conllevan los cultos de corte Pentecostal.
MOVIMIENTO CARISMATICO EVANGÉLICO.
A finales del siglo XVIII surge en Pentecostalismo actual.


La Renovación Carismática Católica o Movimiento Carismático Católico es un movimiento presente usualmente (pero no solamente) bajo la estructura organizada, que proviene históricamente del neo pentecostal evangélico, en el marco del clima del Concilio Vaticano II; así, fue acogido en el catolicismo por convenir a sus intereses de absorber a las iglesias evangélicas, pues creyó que era más fácil el Ecumenismo dando apertura al movimiento carismático, sin embargo le ha sido contraproducente. Claro que los teólogos católicos justifican el hecho diciendo que aceptaron el Movimiento carismático por ser una experiencia original y esencialmente católica. Lo cual es falso. Pues el surgimiento del catolicismo terminó por extirpar toda manifestación carismática en la iglesia primitiva.


Las experiencias neo- pentecostales llegaron primero a las Iglesias protestantes históricas (como la anglicana o luterana). La expresión renovación carismática proviene del ministro luterano Harald Bredesen quien, en 1962, comenzó a emplear el término «carismático» para describir lo que estaba pasando en las Iglesias protestantes históricas, las más tradicionales. Confrontado con el término «neopentecostal», habló de una «renovación carismática» en las Iglesias históricas.2
En ese sentido, sería más preciso hablar de «renovación carismática» en la Iglesia católica, anglicana, luterana, etc. Tal es el nombre, por ejemplo, de la renovación carismática de los católicos alemanes: Charismatische Erneuerung in der Katholischen Kirche.
Sin embargo, no se puede jablar de un solo brote carismático dentro de la religión Católica, pero si podemos enunciar alguno de los más notorios.
Tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar juntos, para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Por influencia de dos jóvenes laicos del Cursillo de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal de NIcky Cruz, evangelista pentecostal famoso de origen portoriqueño, en donde se narraba el ministerio cristiano del pastor pentecostal David Wilkerson entre pandilleros neoyorkinos. La lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera manifestación pentecostal en el Espíritu Santo. Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas" y otro tipo de carismas, como el de sanidad, que son típicos de toda corriente pentecostal o carismática en cristianos evangélicos. En poco tiempo el "fuego" se propagó a otras univdersidades, como Notre Dame, en Indiana y East Lansing, en Míchigan.
Del 8 al 9 de abril de 1967 noventa personas, entre ellas algunos sacerdotes, se congregaron en la Universidad de Notre Dame en un retiro, para reflexionar sobre los acontecimientos producidos en sus vidas, así como contextualizar la experiencia carismática dentro del libro de los Hechos de los Apóstoles, así como una nueva comprensión de la acción del Espíritu en la iglesia, produciéndose entre ellos una fuerte experiencia con el Espíritu Santo. La narración centrada en la experiencia de Duquesne la recogió el teólogo Kevin Ranaghan, y la relata en su libro Catholic Pentecostals (Pentecostales Católicos), y la experiencia de Notre Dame está más desarrollada en el libro de Edward O'Connor, The Pentecostal Movement in the Catholic Church (El Movimiento Pentecostal en la Iglesia Católica)


Puede notarse que el movimiento genuino de estas manifestaciones carismáticas siempre principian entre cristianos evangélicos y luego pasa a los católicos.
La Renovación Carismática Católica, llegó a lugares como América Latina como una importación eclesial traída de Norteamérica con las novedades del post Concilio Vaticano II. Para los carismáticos norteamericanos era normal que católicos y protestantes colaborasen porque provenían de una sociedad plural, con muchas denominaciones evangélicas, coexistiendo, dado que la tolerancia es exigencia de la paz social y porque la Iglesia católica comenzócon su proyecto ecuménico para que los perotestantes regresen al seno del catolicismo. Y vieron en el Movimiento caristático posibles puentes de reconciliación entre cristianos. Por todo ello, se ensayaron iniciativas de grupos y comunidades interconfesionales e incluso grandes asambleas ecuménicas, como la de Kansas City, Misuri en 1977.
A mediados de julio de ese año cincuenta mil personas se reunieron allí, en lo que fue conocido como la Conferencia de Kansas City sobre la Renovación Carismática en las Iglesias cristianas.
Y de ese número se podía contar bautistas, pentecostales, presbiterianos, luteranos, católicos, episcopales, menonitas, ortodoxos, judíos mesiánicos, y grupos no denominacionales. Allí, el cardenal Suenens compartió el púlpito con el obispo de la Iglesia protestante del movimiento de Santidad más grande de los Estados Unidos en ese momento.
El trasfondo de los protestantes latinoamericanos, sin embargo ha frustrado a la jerarquía romana que en su momento vio en el Movimiento Carismático una puerta para ganar a los protestantes y regresarlos a Roma: La mayoría de los cristianos evangélicos en América Latina, sigue siendo de conversos al protestantismo de primera generación. Que han tenido una verdadera conversión a Jesucristo, dejando atrás los ídolos mudos y tantas supercherías, leyendas y simulaciones del catolicismo. Esto suele darles una actitud firme de rechazo a cualquier nexo frente al catolicismo, ya que han aprendido de la Biblia que la luz no tiene comunión con las tinieblas.
A manera de conclusión hay dos vertienes de carismáticos católicos:
1) Los que siguen en la idolatría y no tienen ninguna experiencia genuina con el Espíritu Santo, sino solamente simulan tenerla. Se loe puede reconocer rápidamente porque siguen siendo idólatras, creyendo leyendas y mentiras católicas. En su reuniones luego tienen “profecías” como ésta: “Dice la virgen, no tengan miedo yo los protejo….”
Obvio que dicha profecía es falta, porque si el Espíritu Santo inspiró la Biblia y está inspirando una profecía, el Espíritu Santo no puede contradecirse. El Espíritu Santo exalta a Jesucristo y a Jesucristo solamente (Juan 16) (En la foto católica se celebra el 40 aniversario del movimiento carismático en la religión católica en México)
2) Pero hay otros carismáticos católicos que genuinamente reciben el bautismo en el Espíritu Santo.
Se nota porque de inmediato principian a estudiar la Biblia, abandonan la idolatría y rompen con el catolicismo romano.
En México eso sucedió con MONTE MARÍA: Su página Web dice: “El grupo carismático de Monte María nació el 25 de Abril de 1979. Recibimos a Jesucristo como Señor y Salvador y clamamos en Su nombre la presencia del Espíritu Santo. Desde entonces El gobierna nuestras vidas. Caminamos por y en fé, inspirados por la Palabra Revelada, la Bilblia. Bajamos a las aguas para dar testimonio como verdaderos discípulos de Cristo.Nuestro trabajo es alabar al Padre y edificar su Reino en el Espíritu.Hoy, le invitamos a animarnos mutuamente. Juntos alabemos a Dios en el Santuario de su Presencia.” Dios usó a un sacerdote católico romano para iniciar esta gloriosa obra que ahora es una de las iglesias evangélicas más importantes de México.
El 15 de septiembre de 1981 un grupo de 120 cristianos llegó a este lugar, dónde se estableció como Centro Cristiano Calacoaya, comenzando con las actividades propias de la Iglesia de Jesucristo: Oración, Alabanza y Enseñanza de la palabra de Dios. Por lo que la gente se animó a venir, poco a poco fue recibiendo el mensaje del evangelio, y recibió un toque especial de Dios en su vida.
Dios usó a Gonzalo Vega un sincero católico que trabaja en el Seguro Social, y que al tener su propia experiencia carismática, principió a reunir a sus amigos en su propia casa en Cd. Satélite hasta que rompió definitivamente con el Romanismo y ahora es una mega iglesia cristiana evangélica. (La foto del gran auditorio que mostramos aquí es del Centro Cristiano Calacoaya)
En cuanto al Movimiento Carismático hay que aplicar la regla bíblica: I Tesalonicenses 5.21: “Examinadlo todo; retened lo bueno.”