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| Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez y algunos de los discípulos ministeriales que crecen en el conocimiento de la Palabra de Dios en la Comunidad Cristiana Filadelfia de la Delegación Gustavo A. Madero de la ciudad de México. |
¿Has escuchado el término COBERTURA APOSTÓLICA?
es un término en plena discusión. Hay quienes piensan que es un craso error, entra tanto que otros sustentamos que es un principio espiritual vital, que está en proceso de ser re descubierto por los ministerios y las iglesias que caminos en la visión de la restauración de todas las cosas (Hechos 3.21)
Cobertura Apostólica, en nuestro caso lo definimos como: El recibir cuidado y protección de una persona que tiene un ministerio ungido probado, a
quién reconocemos que Dios le ha dado bendiciones, promesas y autoridad para
que sea el encargado de nuestra formación y, por tanto, le debemos respeto,
obediencia y fidelidad.
Hay oposición en muchos cristianos para aceptar que esto viene de Dios, no porque conozcan mucho de la Biblia, sino porque viven en un estado de franca rebelión, de autosuficiencia, de menosprecio a todo principio de autoridad.
Se cumple ya, la advertencia de Jesucristo cuando dijo en Marcos 13.12 que dice : " Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los MATARÁN".
Es cotidiana la vivencia en la mayoría de las sociedades contemporáneas, ver insultos a toda autoridad, protestas con menosprecio a todo principio de autoridad, reto a quienes están en eminencia.
Los hijos se burlan de sus padres e ignoran cualquier orden que éstos emiten. En las escuelas hay alumnos rebeldes que tienen chantajeados a los maestros. Es lo de hoy.
La pregunta es: ¿Y entre los cristianos, las cosas están igual?
Aquí encontramos un rayo de luz que trae esperanza a nuestras vidas. Aunque en todas partes la rebelión haya hecho presa de la gente, hay un refugio de amor, es la Casa de Dios, es la familia de la fe en Jesucristo, donde HAY ORDEN Y SUJECIÓN.
Por eso es oportuno revisar este principio, aunque sea a groso modo.
Desde que un cristiano tiene su primer encuentro con Jesucristo, su primera decisión es de someterse al Señorío de Cristo. Cuando tú dice: "Señor" (kuros en Griego) que significa el que manda, el que gobierna, el que tiene derecho de propiedad, el que puede tener el control total; entra por el sendero de la sujeción y la obediencia.
Por eso el estado ideal de un cristiano para acceder a una vida victoriosa es sujetarse a Dios. Y para acceder a un ministerio como el pastorado está establecido además, que debe logar la sujeción de sus hijos. I Timoteo 3.4 dice: “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”
La sujeción es la palabra clave. En Griego upotagh (jupotage) que se traduce: En II Corintios 9.13 como obediencia, en Gálatas 2.5 como someternos, y en I Timoteo 2.11 como someternos. Literalmente significa “con sumisión”.
Una familia es fuerte en la medida en que está bien integrada, hay reconocimiento de un principio de autoridad en los padres y hay sujeción. Una iglesia es el hogar espiritual de muchos y requiere de las mismas condiciones de sujeción para su subsistencia y para experimentar un crecimiento espiritual y numérico. Muchos cristianos ni han leído nunca Hebreos 13.17 que dice: “Obedeced a vuestros pastores, y SUJETAOS a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”
Pero hoy, el Espíritu Santo nos llama a ser un pueblo con orden y disciplina. La visitación de DIOS al CUERPO DE JESUCRISTO es notoria, por eso estamos seguros de que nuestra casa será limpiada de toda rebelión, desobediencia y altivez. Que viviremos sujetos bajo la poderosa mano de Dios.
Pugnemos todos, de que dentro de nuestras iglesias, se ejecute la orden de Dios en I Timoteo 5:17:"Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de DOBLE HONOR, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar".
Dios quiere visitarnos, quiere levantarnos como un ejército que impacte a nuestra generación, por eso bien haremos en tomar muy en cuenta lo que dice I Pedro 5:6: "Humillaos, pues, BAJO LA PODEROSA mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo"
Si tenemos una cobertura apostólica, cuidémosla y disfrutemos sus beneficios espirituales, si no tenemos una, busquémosla en oración. La cobertura es como una relación entre padre e hijo, se debe
estar bajo autoridad y seguir la visión del líder; como en la familia, en los
negocios, la nación. Pero de manera especial en la Iglesia del Señor
