¿PUEDE UN RECIEN CONVERTIDO HABLAR EN LENGUAS?

Versículo clave: “Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban” Hechos 19.6

Objetivo: Que cada discípulo sea establecido en la verdad bíblica de que hubo varios derramamientos del Espíritu Santo tanto entre judíos como entre gentiles, pero que la manifestación constante en cada derramamiento fue que los cristianos que recibían el bautismo en el Espíritu Santo hablan en lenguas. En ellos se manifestaba este maravilloso fenómeno espiritual que se ha dado en llamar glosolalia.

INTRODUCCIÓN

Al ver el devenir del Cristianismo, sencillamente me maravilla ver la sabiduría de Dios para bendecir a todos cuantos tienen hambre de su Palabra. En este caso, un grupo pequeño de efesios se reúnen en torno al mensaje de Juan el Bautista. Ni siquiera reciben todavía el mensaje del Evangelio, pero ya Dios está trabajando con ellos. Veamos.

IMPORTANCIA DE RECIBIR EL MENSAJE COMPLETO DEL EVANGELIO.

En Hechos 19.1-3 dice: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.“ Este grupo estaba como están muchos grupos cristianos ahora. Realmente ni siquiera han oído hablar del Espíritu Santo. Sin embargo, los efesios, no habían recibido el mensaje del Evangelio, sino únicamente el mensaje del precursor, de Juan el Bautista.

LA CONVERSIÓN A CRISTO Y EL BAUTISMO EN AGUA, PREVIOS AL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO.


Ciertamente Juan el Bautista insistió a sus oyentes en que ellos deberían creer en Jesús, el Cristo. Así que Pablo comparte con este grupo el mensaje de salvación. Mismo que ellos reciben de inmediato. Ya que en Hechos 19.4 dice: “Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo” De este modo, nace una nueva iglesia que ha de dar los siguientes pasos rigurosos de acuerdo con las instrucciones del mismo Salvador.

Así que una vez, convertidos al evangelio, Pablo procedió a bautizarles en agua. Dice Hechos 19.5: “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” Es importante notar que Pablo bautizó en agua a estos recién convertidos, sin más trámites. Seguramente Pablo no pertenecía a una congregación tradicional, en donde el recién convertido tiene que ser probado, tiene que ser adoctrinado, tiene que pasar un buen tiempo de observación para luego decidir si se le bautiza o no.

RECIBEN EL ESPIRITU EN UNA MINISTRACIÓN APOSTÓLICA

Es determinante ver cómo en los días neo testamentarios, los ministerios apostólicos eran determinantes para equipar a los santos, no sólo con la Palabra sino también con los dones del Espíritu Santo.

Si hoy en día, hubiera más apóstoles que al visitar a una congregación pudieran imponer sus manos y que todos los presentes recibieran el bautismo en el Espíritu Santo, las cosas serían completamente diferentes. Viviríamos un avivamiento sin precedentes.

Volveríamos a vivir capítulos enteros del Libro de los Hechos. Veamos por ejemplo lo que dice Hechos 19.6-7: “Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres”

Es un hecho que no se puede negar. Dios está restaurando los ministerios de Efesios 4.12 junto con la visitación a todo el Cuerpo de Jesucristo en el mundo.

TODOS LOS QUE RECIBEN EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU HABLAN EN OTRAS LENGUAS

¿Qué pasó cuando Pablo impuso manos sobre los efesios? Dice la Escritura claramente que sobre ellos descendió el Espíritu Santo. Por supuesto que el descendimiento del Espíritu Santo es un hecho espiritual. Sin embargo en este pasaje, dicho descendimiento del Espíritu, viene acompañado de una señal exterior visible. Dice la última parte del versículo 6: “…y hablaban en lenguas” Para los que siguen insistiendo en que las lenguas de Hechos 2 eran para predicar el Evangelio, ¿qué explicación darían al mismo fenómeno pero en un grupo de 12 personas gentiles, donde todos hablan el mismo idioma y no hay extranjeros a quienes predicarles?

TODOS LOS QUE RECIBEN EL BAUTISMO EJERCEN DE INMEDIATO EL DON DE PROFECÍA

Pero hay algo más interesante en esta narración. Al imponerles Pablo las manos a estos recién convertidos y recién bautizados en agua, recibieron el bautismo en el Espíritu Santo, habiendo hablando en otras lenguas: pero también profetizaron en ese mismo instante. ¿Te imaginas? Reciben convertidos y bautizados, hablando en lenguas y moviéndose en los dones del Espíritu Santo. ¡Maravilloso!

NO HAY INTERPRETACIÒN NI TURNO PARA HABLAR EN LENGUAS

Tal vez muchos de los opositores a la bendición de recibir el bautismo en el Espíritu Santo no ven, es que en este pasaje se nota que todos los presentes, hablaron en lenguas, no lo hicieron por turnos como lo indica I Corintios 14.27-28. Ni tampoco hubo interpretación de las lenguas, y es que como se estudia más detalladamente en el capítulo siguiente, en Hechos 19 se nos habla de la oración en lenguas, y en I Corintios 14 del uso de diversos géneros de lenguas como un don del Espíritu.

ESTE DERRAMAMIENTO GENERA UN GRAN AVIVAMIENTO

Este derramamiento del Espíritu Santo en Éfeso, fue vital para el avivamiento que vino de inmediato. Dicho avivamiento puede medirse con lo que dice Hechos 19.10-11: “Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo”

¿Cuántas iglesias hoy en día tienen 10 y veinte años de haber sido plantadas en el mismo sitio, y ni siquiera su colonia ha escuchado la Palabra del Señor? Pero la iglesia de Éfeso en tan sólo dos años evangelizó a todo un subcontinente.

CONCLUSIÓN

Al final de este capítulo, la nota predominante es que cuando hay un derramamiento del Espíritu Santo se cumple la declaración de Jesucristo: “Me seréis testigos…” Busquemos del Señor una visitación semejante a nuestra vida y a nuestra iglesia local.