lunes, 16 de julio de 2012

ÉTICA PASTORAL


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez en su oficina.

Todos los ministerios de la Iglesia Cristiana de México deberán observar como mínimo las siguientes normas de Ética Profesional, de tal manera que en todo honren a Dios y sean motivo de edificación para los discípulos.
1.     Jamás murmures de los Ministerios que te presiden en el Señor, ni digas mal alguno de ellos ante nadie. De hacerlo harás que ellos pierdan su influencia espiritual bienhechora entre los discípulos y estarás destruyendo tu propia autoridad espiritual.
2.     No exhibas las flaquezas, deficiencias o pecados de tus compañeros en el Ministerio ante los discípulos. Si lo hace acarrearás consecuencias nocivas para el Cuerpo Ministerial y para El Rebaño. Evita festinar las fallas que otros apunten a tu predecesor.
3.     No hagas chistes con pasajes bíblicos, con el cielo, el infierno o el Diablo. ¿A caso Jesús o Pablo hicieron chistes con los profetas o la Ley? Siempre habrá manera de expresar nuestro buen humor, pero que no sea con los términos que son herramientas de adoración o que deseamos que nuestro pueblo tome en serio.
4.     Evita la correspondencia con discípulos que antes estuvieron bajo tu cuidado, pero que ahora ya no lo están; si con esta actitud haces que sus decisiones dependan de tu consejo. Recuerda que no te gustaría que otro siervo de Dios haga lo mismo con tus ovejas.
5.     Evita llevar al púlpito alguna confidencia que te haya hecho algún discípulo; menos si su publicación puede acarrearle a dicho discípulo daños irreversibles. Cuando algún caso de tu trabajo pastoral sea útil para la necesaria edificación de tus oyentes, es mejor que pidas previamente la autorización expresa del afectado. Así mantendrás tu credibilidad como un siervo líder.
6.     Se te requiere como principio de ética elemental que estés de acuerdo con las doctrinas, prácticas, sistema de gobierno y sistema financiero de la ICM. De no ser así, evita causar daño a la Viña del Señor creando divisiones o destruyendo la fe de los débiles. Si tu corazón está en desacuerdo, sé honesto contigo mismo y solicita tu separación voluntaria.
7.     Se te requiere, absoluta lealtad a Jesucristo y a las autoridades delegadas de Dios dentro de la ICM. Mientras seas parte del Cuerpo Ministerial, evita todo nexo con ministerios ajenos o disidentes a la ICM que comprometan tu lealtad integra.
8.     No te es permitido intervenir en un cargo pastoral donde hayas servido antes o en algún privilegio administrativo, a menos que los ministerios fundamentales te lo requieran.
9.     Se demanda que tus objetivos y planes individuales, de ningún modo sean puestos por encima de los objetivos generales que persigue la Iglesia Cristiana de México.
10.  Recuerda que Dios está siempre presenta y su mirada no se aparte de ti. Cuando hayas caído en una falta, debes confesarlo a quienes te presiden en el Señor, y pedirles que te ministren y te restauren, aún cuando nadie sepa de tu necesidad.
 PAUTAS PARA EL CULTO.
            Dado que la ICM anuncia la restauración del Cuerpo de Jesucristo, y de manera particular, pugna por la restauración de la adoración y la alabanza ungidas; todos los ministerios ungidos que sirvan en la Viña del Señor con nosotros observarán las siguientes pautas generales en los cultos:
1.     Recuerda que Dios busca adoradores en espíritu y en verdad. Cuando estés frente al pueblo de Dios, toma la actitud del salmista: “Engrandeced a Jehová conmigo y exaltemos a una su Nombre”. Esto es, ante todo sé un adorador.
2.     Programa con toda anticipación quienes han de participan en el Culto, para ministrar la Palabra, para conducir la adoración y la alabanza, para ministrar en los dones del Espíritu al pueblo, para testificar y para cualquiera otra participación. El  culto cristiano es espontáneo, pero no confundas la libertad del Espíritu con la improvisación.
3.     Sea la puntualidad uno de tus lemas en la vida. Llega al lugar del culto con anterioridad, y con diez minutos de antelación ocupa tu lugar. Exige a quienes les compartes el privilegio de participar en el culto la misma norma.
4.     Ten cuidado de tu persona. Tu aseo y tu apariencia externa pueden ser motivo de ejemplo o de tropiezo.
5.     Habitúate a presentar frente a la congregación, a la hora del culto, ya sea que estés presidiendo o únicamente participando, un comportamiento correcto. Se reverente y serio. Evita estar saliendo y entrando a medio culto. No hagas comentarios con el hermano que tengas a tu lado a la hora de la adoración o la predicación.
6.     Cuida que en todos nuestros cultos haya tiempo y oportunidad para que el pueblo de Dios, se ejercite orando en lenguas, orando al unísono en alta voz, cantando en el Espíritu y en general, que todos los discípulos tengan una comunión personal y real con Dios.
7.     Procura obtener una habilidad óptima para leer en público, de manera que cuando leas la Biblia desde el púlpito, los hagas con la dignidad que el caso requiere.
8.     Busca el rostro de Dios en forma responsable para obtener de su Espíritu el alimento que has de dar a tu rebaño en cada culto. En cada culto debes leer y predicar porciones de la Biblia. No debe haber culto dentro de la Iglesia Cristiana de México sin predicación.
9.     Conviene que el pueblo de Dios declare las señales y milagros que el Altísimo ha hecho con él. De allí que es una práctica saludable que en cada culto haya hasta tres testimonios.
10.  Procura que haya tiempo en cada culto para que el pueblo de Dios cante himnos, salmos y canticos espirituales. Cuando se trata de los himnos y los salmos, asegúrate de que se usen  con coherencia y en el mismo tono musical.
11.  Cuida que la colocación de instrumentos y aparatos de sonido, sea hecho con toda anticipación al inicio del culto. Del mismo modo si han de afinarse instrumentos que se haga antes de que el culto principie.
12.  Cuando haya grupo músico-vocal, coro o músicos, enséñales a ser adoradores. Exígeles que estén ocupando el lugar que tú mismo les asignes dentro de la Casa de Oración. Cuando haya cantantes de otras iglesias, asegúrate como condición para invitarles que de haber damas vistan con decoro; que los varones tengan el pelo corto y un atuendo digno.
13.  Advierte a los grupos o cantantes invitados que se ciñan a la participación que tú mismo les asignes, evita que monopolicen el culto, antes bien procura que su participación enriquezca el culto.
14.  No permitas jamás que un grupo o cantante solicite dinero para el mismo. Siempre que planees invitar a un grupo o un cantante resuelve previamente darle una ofrenda de amor y adviértele que tanto de la ofrenda que reciba como de la venta de DVDs, VÍDEOS u otros materiales debe dejarte su diezmo para el Patronato Nacional de Radio y Televisión, como expresión de comunión con la ICM.
15.  Adviérteles a los grupos musicales que no tienen autorización para contactar a los discípulos de la iglesia local para enrolarlos en sus proyectos particulares. Por lo tanto, no podrán hacer visitas domiciliarias ni levantar direcciones o números telefónicos de tu congregación.
16.  Cuando invites a un predicador huésped asegúrate de que Dios te guía a hacerlo. Debes conocer bien la vida y la doctrina del predicador que decidas invitar.
17.  Antes de invitar formalmente a un predicador huésped, debes advertirle que de llegar al culto algún ministerio de la Iglesia Cristiana de México, éste tendrá preferencia para predicar en esa ocasión. Si está dispuesto a correr el riesgo, invítalo; de otro modo abstente de crearte un problema.
18.  Antes de cerrar el trato de invitación habla personalmente  con el predicador huésped y adviértele de nuestras doctrinas características, de manera que evite contradecir la doctrina que tú mismo predicas y confundir así a tus ovejas. Especialmente adviértele sobre las prácticas babilónicas, la fórmula del bautismo en agua, el lavamiento de pies, la vigencia de los dones y los ministerios y la unidad y unicidad de Dios. Para invitar a un pastor ajeno a la ICM se requiere el visto bueno del Obispo respectivo.
19.  Sé estricto para que tu predicador huésped no pida ofrendas, ni levante direcciones para beneficio de su denominación u organización ni haga visitas domiciliarias a menos que tú lo invites y vaya contigo circunscribiéndose expresamente a los que tú le marques.
20.  Antes de invitar a un predicador huésped asegúrate de tener para él hospedaje, alimentación y una ofrenda de amor suficiente. Adviértele que de la ofrenda de amor que reciba tendrá que dejar el diezmo para la Dirección de Misiones Extranjeras de la ICM.
21.  Queda terminantemente prohibido que  predicadores disidentes con nuestra doctrina u organización ocupen los púlpitos de la ICM.
22.  Procura que en los cultos haya lectura pública de las Escrituras, para lo cual pedirás que tu congregación se mantenga en pié Insiste en que nadie se adelante ni se atrase al leer. Antes de principiar la lectura, repite dos o tres veces la cita bíblica y espera a que todos la encuentren. Instruye a tu grey para que quienes tienen Biblia la compartan con los visitantes que no la traigan.
23.  Vigila que no falte en los cultos regulares de la iglesia, la danza y las exclamaciones de júbilo y los aplausos al Señor. De cuando en cuando instruye a tu rebaño del significado espiritual que encierran estos recursos de alabanza. Usa de tu buen juicio para que estas prácticas tengan proporción y guarden simetría con el resto del culto.
24.  Con frecuencia haz llamamientos acordes a tu mensaje pasa: conversión, bautismo en el Espíritu Santo, o alguna ministración específica.
25.  De vez en cuando es de gran bendición que unjas con aceite de olivo a los enfermos y necesitados en los cultos generales. De ser posible practica la unción con todo tu pueblo.
26.  Muévete regularmente en los dones del Espíritu Santo, y pugna porque hasta donde sea posible toda la iglesia a tu cargo lo haga también; pero jamás pierdas el control de quienes son los que están ministrando con dones. Vigila de cerca sus vidas, su doctrina para que sean de bendición a la iglesia.
27.  En cuanto a las profecías los mensajes en lenguas y su interpretación, los sueños y las visiones; debes estar alerta para declarar que a tu juicio y del Presbiterio que te acompaña, si dichas manifestaciones son de Dios y tienen la explicación y la orientación correctas. Cuando haya duda; decláralo con toda autoridad espiritual.
28.  Educa a tu congregación para que cuando principie un mensaje en lenguas o una profecía, toda la congregación calle reverente de modo que pueda apreciarse el mensaje de Dios.
29.  Salvo en ministración especial de Ministerios Fundamentales o el Presbiterio, no permitas que en un culto haya más de tres profecías o más de tres mensajes en lenguas.
30.  Asegúrate de que los niños pequeños estarán bien atendidos en algún anexo mientras los mayores adorar en la Casa de Oración.
31.  Nunca traigas al púlpito noticias tristes o negativas. Recuerda que eres heraldo del EVANGELIO. El Evangelio son buenas noticias. Subraya en el púlpito el amor, la fidelidad, la misericordia y la justicia de Dios. Produce fe en Dios en el corazón de tus oyentes.
32.  Ten la visión de contribuir con tu predicación para que los inconversos se conviertan a Jesucristo, que los salvos sean santificados y bautizados en el Espíritu Santo, y que todos tus oyentes reciban bendición y gracia con tus mensajes.
33.  Recuerda que cuando en un rebaño hay alimento suficiente, hay seguridad, armonía entre las ovejas y limpieza en el corral, no hay oveja que quiere saltarse la cerca.
34.  Jamás hagas acepción de personas movido por la fama, la riqueza o las sapiencias de algún discípulo. Mira en el culto y fuera de éste a todos tus discípulos como nuevas criaturas lavadas todas igualmente con la Sangre preciosa de Jesucristo.
35.  En cada culto, llama con dignidad y sobriedad al pueblo de Dios a traer sus diezmos y primicias en el nombre del Señor confesando en fe que serán prosperados.
36.  Enséñale a tu pueblo que ofrendar es un instrumento de adoración. Instales a traer su ofrenda preparada desde sus hogares. Y tú también ofrenda, preparada desde sus hogares. Y tú también ofrenda, aún cuando sea una moneda, hazlo. Hazlo con gozo. Recuerda que el siervo-líder va al frente de su pueblo en todo.
37.  No consientas que haya ejemplares de la Biblia en la Casa de Oración para ser prestadas a los discípulos. Instrúyelos a que porten sus propias Biblias y a que no se avergüencen del Evangelio en vía pública.
38.  Instruye a tus diáconos de tal manera que sean eficientes al recibir al pueblo de Dios a la puerta, entregarles el boletín o los impresos que hayas determinado poner en las manos de tu congregación. Instrúyelos a que sean corteses de modo especial con las visitas, para indicarles el acomodo en que nos sentamos en nuestros cultos. Que estén instruidos del modo y momento en que deberán reunir la ofrenda, y como recibir peticiones y prendas para la oración de por los enfermos y necesitados.
39.  Prevé que los colectores y todos los enseres que vayas a necesitar durante un culto determinado, estén en su debido lugar antes de empezar el culto es un evento, es una celebración. Hemos de realizarlo con todos los pormenores previstos.
40.  Despedir a la congregación estrechando su mano al término del culto establece los lazos amistosos que benefician a los ministerios tanto como a los discípulos. Hasta donde te sea posible, despide a tu pueblo con proclamaciones de fe y con amor genuino. (Cfr. Art. 40).