jueves, 16 de septiembre de 2010

¿YA VIVIMOS LA ÉPOCA POST-CRISTIANA?

El hombre del siglo XXI, ha llegado a la luna, ha superado la velocidad del sonido,  ha fragmentado el átomo,  y está inmerso en una carrera de desarrollo científico y tecnológico, jamás antes visto o imaginado siquiera.

Además, la actividad tan vertiginosa en la que se ve envuelto cada día, hace que para él, buscar a Dios sea algo tan remoto como insignificante. El hombre del siglo XXI requiere para todo lo que acepta y sustenta, una explicación científica. Reclama una rigurosidad metodológica.  ¿A qué ocuparse en lo que supone ser síntoma de ignorancia y oscurantismo? ¿Pensar en Dios? ¿Para qué?

Me expresó el dueño del Hotel Albert de Ámsterdam Holanda: "En Europa, ya vivimos una época post-cristiana. Así como pasó la Edad Media, así como pasó el Renacimiento, ha pasado la era cristiana"

Dicho razonamiento está vestido de lógica, de verdad y de realismo existencial. Pareciera ser que los cristianos que hemos tenido un encuentro personal con Jesucristo, y que disfrutamos de una comunión con Él, pereciéramos ser animales raros en estado de extinción.

Sin embargo... ¿Qué de la miseria que el hombre contemporáneo lleva por dentro? ¿Cómo explica de dónde viene y a dónde va? Ah! los problemas ontológicos. Si el hombre no experimentara miedo, odio, vacío en el alma. Oh! si el hombre del siglo XXI no conociera la depresión y no sufriera la soledad cósmica! El hombre sería feliz y jamás necesitaría ayuda del Ser supremo.

Blas Pascal grito: "En el corazón del hombre, hay un vacío con la forma de Dios, que nadie puede llenar sino solo Dios"

¿Sólo Pascal se ha dado cuenta de esa realidad? O  ¿será que millones de seres humanos gritan en silencio lo mismo que Pascal, pero prefieren que su grito sea mustiamente traducido en un disfraz de autosuficiencia?

Jesucristo dice en Apocalipsis 2.20: "He aquí yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta; entraré a él y cenaré con él y él conmigo" Maravillosa realidad al que nos hemos acogido millones y millones de hombres y mujeres que disfrutamos de la paz y del perdón del Dios Todopoderoso.

¿Por qué no probar la realidad y la eficacia del Evangelio Eterno de Jesucristo?

MEXICO: JESUCRISTO TE AMA

Indefectiblemente, a la generación de mexicanos que tenemos el privilegio de estar vivos en esta fecha tan memorable por celebrar el bicentenario de nuestra Independencia Nacional, estamos felices y orgullosos de ser mexicanos.
Entre las cosas grandes que los mexicanos tenemos desde nuestros ancestros aztecas, está el alto valor que le brindamos a la familia. A pesar de tantos ataques a los hogares; todavía en México, tener una familia unida sigue siendo un alto valor humano.
Y casi desde los mismos días de la conquista española, a estas tierras han llegado cristianos evangélicos, algunos de los cuáles fueron quemados vivos en el mismo siglo XVI por la Inquisición; que han tenido la visión de proclamar EL EVANGELIO ETERNO DE JESUCRISTO QUE TRANSFORMA LAS VIDAS DE LOS HOMBRES.
Para fortuna de los mexicanos, cada día, por los cuatro puntos cardinales, hay millones de mexicanos que habiendo escuchado el MENSAJE DE SALVACION DEL EVANGELIO, hemos abandonado a los ídolos mudos, a los vicios, a la superstición, y a la ignorancia espiritual que son OTRO MODO REAL DE ESCLAVITUD.
Al estudiar la Historia de México, nos damos cuenta que, de España, en términos generales, vino lo más bajo de la sociedad a imponer con atropellos y despotismo sus su peticiones religiosas y sus costumbres, no siempre dignos de imitar. Pero en el campo religioso solamente hubo una substitución de ídolos, sin un cambio de vida. SIN UNA LIBERTAD ESPIRITUAL.
Sin embargo, los cristianos evangélicos de México, tenemos una sola visión: QUE MEXICO SEA PARA JESUCRISTO.
Porque bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová de los ejércitos. Y gracias a Dios, que cada día, miles de mexicanos escuchan creen y se convierten al Evangelio.
Tal vez pocos, estamos conscientes de que gran parte de la bendición que este país goza de parte de Dios, se debe a los cristianos evangélicos que no se avergüenzan de Jesucristo y levantan muy en alto su Santo Nombre.
Así que, hoy, 16 de Septiembre de 2010, bendecimos a México, a sus tres niveles de gobierno, a nuestras fuerzas armadas, a nuestras clases políticas, a nuestros intelectuales, a nuestros industriales y empresarios, a nuestros jóvenes, a nuestras mujeres y a nuestros niños. Que el Señor Dios Todopoderoso te bendiga MI MEXICO, ALCE SOBRE TÍ SU ROSTRO, Y PONGA EN TI SU SANTA PAZ. AMÉN.