RATZINGER SUCESOR DEL FRAUDE

Pomposamente y de pronto, la Religión Romana, ha llenado de spots los medios de comunicación…¿La noticia? Viene el papa. Y la Cancillería haciendo las veces de acólito, anuncia que este personaje de convicciones nazis traerá esperanza a México.
Así como se han prohibido los productos milagro, por fraudulentos, debería prohibirse esos anuncios porque no son más que un fraude. Vendrá Ratzinger, y se irá después de deletrear de manera aburrida sus discursos, y los millones de mexicanos que siguen en extrema pobreza y múltiples problemas seguirán igual.
¿Por qué just6ificar el quebranto de la Carta Magna con ese “producto milagro”? Tal vez el problema sea mayor a todo lo que puedes imaginarte.
Porque Ratzinger y toda la institución papal es producto de muchos fraudes, pero hay uno que es capital: EL FALSO LEGADO DE CONSTANTINO.
Dicho documento está redactado de tal manera que prácticamente pone al Imperio en las manos de la Religión católica.
Se afirmaba que mil años atrás, el Emperador Constantino quien sufrió lepra y fue curado milagrosamente por el papa Silvestre, en agradecimiento, el soberano se dejó bautizar y le extendió un título en el que cedía a él y a sus sucesores la propiedad de Roma, de Italia, de Occidente, y aún de las sedes principales del mundo católico.
Los papas por toda la Edad Media exhibía ese documento con mucho orgullo: sobre todo, al surgir algún conflicto de intereses con monarcas y gobernantes. Ya que este documento incluía posesión de tierras, siervos, edificios y ganancias: pero además ponía a los propios reyes y sus estados bajo la dependencia del papa. Así que este documento era prueba de autoridad durante toda la edad, hasta que Lorenzo Valla descubrió que ese documento ERA UN FRAUDE.
Lorenzo Valla con su erudición descubrió que el latín del documento pertenecía al siglo VIII y no al IV como se engañó a millones de católicos por toda la Edad Media.
Pero antes de analizar el qué y el cómo del FRAUDE, veamos rápidamente quien fue Lorenzo Valla.
Lorenzo Valla (Laurentius Valla en su nombre latino; Roma, 1406/1407 - ibídem, 1 de agosto de 1457),fue un humanista, orador, educador y filósofo italiano, considerado el pionero de la crítica histórica y filosófica, fue conocido en su tiempo por su demostración de que la Donación de Constantino, era una falsificación.
En el terreno de la filología bíblica su aportación máxima fueron los comentarios al Nuevo Testamento, que serían la base de la crítica textual de humanistas posteriores como Erasmo de Róterdam. Otro aspecto por el que fue relevante es su redacción de una nueva gramática latina, que superaba las gramáticas medievales y enseñaba un latín clásico de gran corrección y elegancia. Asimismo, destaca su tratado de lógica aristotélica Disputaciones dialécticas (Dialecticae disputationes), que simplificaba y racionalizaba la decadente escolástica católica.
Acusado ante la Inquisición, supo defenderse con su Apologia adversus calumniatores (Defensa Contra Los Calumiadores) (1444). Pero tuvo que transcurrir siglos para que esta obra pudiese salir a la luz, y hoy en día la Religión Católica Romana acepta que el fraude es auténtico.
Como un ejemplo del texto fraudulento, he aquí la página 13 del documento: “El emperador Constantino el cuarto día después de su bautismo conferido este privilegio en el Pontífice de la Iglesia romana, que en los sacerdotes mundo romano debería considerarse como de su cabeza, como hacen los jueces del rey. En este privilegio, entre otras cosas es la siguiente: "Nosotros, junto con todos nuestros sátrapas, y todo el Senado y mis nobles, y también a todas las personas sujetas al gobierno de la gloriosa Roma, ha considerado conveniente que, como san Pedro se ve de haber sido vicario constituido por el Hijo de Dios en la tierra, por lo que los Pontífices que son los representantes de ese mismo jefe de los apóstoles, deben obtener de nosotros y de nuestro imperio el poder de una supremacía más que la clemencia de nuestra serenidad imperial terrenal se ve que han concedido a él, elegir ese mismo jefe de los apóstoles y sus vicarios para que sean nuestros intercesores constante con Dios. Y en la medida de nuestro poder imperial terrenal, hemos decretado que su santa iglesia romana, será honrada con veneración, y que más de nuestro imperio y trono terrenal el asiento más sagrado de san Pedro será gloriosamente exaltado, estamos dando un gran poder, y la dignidad de la gloria, y el vigor, y el honor imperial. Y ordenamos y decreto que tendrá el la supremacía y en los cuatro asientos principales, Alejandría, Antioquía, Jerusalén y Constantinopla, así como también sobre todas las iglesias de Dios en toda la tierra. y el Pontífice, que en el momento estarán a la cabeza de la Santa Iglesia Romana en sí , será más exaltado que, y el jefe otra vez, todos los sacerdotes de todo el mundo, y de acuerdo con todo lo que a su juicio que se proporciona para el servicio de Dios y para la estabilidad de la fe de los cristianos ha de ser administrado y por debajo.: . 1. En las iglesias de la bendita apóstoles Pedro y Pablo, para la provisión de las luces, que le han conferido propiedades de tierras de sus posesiones, y las han enriquecido con objetos diferentes, ya través de nuestra sagrada orden imperial que le hemos otorgado de nuestra la propiedad en el este, así como en el oeste, e incluso en el norte y la parte sur, es decir, en Judea, Grecia, Asia, Tracia, África e Italia, y las distintas islas, bajo esta condición en efecto, que serán todos administrado por la mano de nuestro bienaventurado padre del Sumo Pontífice, Silvestre, y sus sucesores Y a continuación:... 2 Y a nuestro Padre, la Santísima Silvestre, pontífice supremo y universal el Papa, de la ciudad de Roma, ya todos los Pontífices, sus sucesores, que se sientan”

Lorenzo Valla, descubrió y lanzó al mundo la revelación de que jamás existió tal legado de Constantino, he aquí algunas de sus razones para llegar al descubrimiento de este MAYÚSCULO FRAUDE.
A) El latín del documento pertenecía de manera inequívoca al siglo VIII y no al IV, debido a que en ella figuraban palabras que en el latín del siglo IV todavía no se usaban.
B) Constantino nunca sufrió lepra.
C) Y fue bautizado por un pastor arriano y no por uno trinitario en articulo mortis. (y claro, no tres días después de haber sido sanado de lepra, lo cual nunca sucedió.
D) Cuando Constantino fue bautizado, ya el papa Silvestre llevaba dos años de muerto. ¿Cómo pudo haberle dado Constantino a Silvestre semejante legado?
E) Alguien de la cancillería papal tuvo que haber fraguado el FRAUDE.
F) Se hacía referencia a Bizancio como una provincia cuando en el siglo cuarto solo era una ciudad
G) . Se refería a los templos en Roma cuando aun no existían
H) En el documento se hacía referencia a “Judea”, la cual tampoco existía todavía en el siglo IV.
I) Lorenzo Valla principió a dudar de la autenticidad del LEGADO DE CONSTANTINO, porque en todos los escritos del Obispo Silvestre I jamás hubo mención o conciencia de dicha donación. (Esto es algo igual con Fran Juan de Zumárraga a quien supuestamente el indio Juan Diego le entregó la imangen aparecida en el ayate, de cuyo hecho Zumárraga jamás escribe una sola letra.)

J) Toda esta mentira vergonzosa se inventó para que el papa pudiera adueñarse del botín que Pipino el Breve había conquistado en campaña militar. los territorios conquistados por Pipino y entragos al papa fueron: veintidós ciudades de la Italia central, Ravena, Perusa y las provincias de Emilia-Romagna y de la Pentacole se unen a Roma, formándose así el nuevo Estado Pontificio
El fraude legalizó la unión entre iglesia y estado, un proceso que comenzó en el siglo IV, de esta era, bajo el Emperador Constantino y resultó altamente beneficioso para la institución católica romana en la formación de lo que más tarde se ha denominado falsamente “cristiandad”, un sistema feudal que duraría más de 1000 años. Con el colapso del Imperio Romano, el Catolicismo Romano se contrajo y la Religión Romana quedó aislada de su lejano benefactor, el Emperador de Bizancio.
En el año 756 DC., los Estados papales italianos (gran parte de la ciudad de Roma y las principales áreas de la Italia occidental) fueron oficialmente adquiridos por la Religión Católica basados en uno de los más grandes fraudes que el Papado ha hecho. Esta transferencia de tierras fue legitimada sobre la base de un documento supuestamente escrito por el Emperador romano Constantino I, en el año 337 DC., el cual concedía todas estas regiones al Papa Silvestre I (Papa desde 315-335 E.C.) y a sus sucesores.
Probablemente, el primer borrador fue escrito durante la segunda mitad del siglo VIII, como ayuda al Papa Esteban II en sus negociaciones con el Mayor del Palacio de los Francos, Pipino el Petiso. El Papa cruzó los Alpes para ungirlo como Rey en el año 754 DC., permitiéndole a la familia Carolingia, a la cual Pipino pertenecía, suplantar a la antigua Dinastía Real de los Merovingios que se encontraba en decadencia y sin poder.
Aparentemente Pipino, en un oscuro pacto, le había prometido al Papa otorgarle las tierras que los Lombardos habían tomado de los Bizantinos en Italia.
La promesa fue cumplida en el año 756. La supuesta donación de Constantino le facilitaba a Pipino dar las tierras en forma de restauración, otorgando así, derechos políticos económicos y sociales, los cuales la Religión Católica Romana no poseía.

Durante varios siglos, la autenticidad de la Donación de Constantino no fue cuestionada. Sin embargo en esta declamación, Valla argumenta que la donación era un fraude y que el texto de la Donación contenía una serie de anacronismos históricos, que ya analizamos en los incisos anteriores.

El problema que creó Valla es que puso en entredicho la Donación de Constantino, documento que constituía el pilar principal sobre el cual residía la legitimidad de los Estados Papales, debido a esto, sus escritos fueron reprimidos. Recién en el año 1517 pudieron aparecer copias de sus escritos. Aunque las pruebas de Valla eran contundentes, pasaron varios siglos antes que la RELIGION CATOLICA ROMANA reconociera el fraude.
Hoy en día se cree que la Donación de Constantino fue realmente escrita alrededor del año 750 dC., poco antes de que la Religión Católica adquiriera los Estados Papales (y muchos siglos después de la muerte de Constantino). Su verdadero autor es desconocido.

Así que. Ratzinger, orgullosamente se subirá al papamóvil en Guanajuato para dirigir una lección de moral que dirá más o menos: “Aunque he adquirido el Estado vaticano por mentiras basados en un documento fraudulento; soy el papa y les vengo a enseñar a no decir mentiras….si ves que el papa es mentiroso, tú como buen católico, no digas mentiras, no cometas fraudes….