POR UN MÉXICO LAICO Y SIN PERSECUCIÓN RELIGIOSA.

DISCURSO OFICIAL DEL EVENTO: POR UN MEXICO LAICO Y SIN PERSECUCIÓN RELIGIOSA, PRONUNCIADA POR EL APÓSTOL DR. GABRIEL SÁNCHEZ VELÁZQUEZ , PRESIDENTE DEL CONSEJO PASTORAL DE FEDIMEX, EN EL HEMICILO A JUÁREZ, EL SÁBADO 19 DE MARZO DE 2011:

CONSEJO PASTORAL DE LA FEDERACIÓN EVANGÉLICA DE IGLESIAS EN MEXICO.
DISCÍPULOS DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS EVANGÉLICAS AQUÍ REPRESENTADAS.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Este contingente representativo del pueblo cristiano evangélico de México nos hemos dado cita para conmemorar el 205 aniversario del natalicio del ciudadano más preclaro de México: El Lic. Benito Juárez García.
Benito Juárez quien fuera uno de los más grandes políticos y presidente mexicano de origen indígena zapoteca, nació el 21 de marzo de 1806 y murió el 18 de julio de 1872.
Es conocido como el Benemérito de las Américas desde que, en 1867, el Congreso de Estados Unidos de Colombia le concediera ese título.
En 1855, Benito Juárez es nombrado ministro de Justicia e Instrucción Pública. Durante este período promulgó la Ley Juárez por medio de la cual se abolieron los fueros y privilegios de los militares y del clero sobre los demás mexicanos.
Dos años más tarde, fue nombrado ministro de Gobernación y, posteriormente, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, durante el gobierno de Ignacio Comonfort.
En 1857, la nueva constitución fue desconocida por Comonfort y dio un golpe de Estado en el que encarceló a varios liberales, incluido Juárez. Así se inició la Guerra de Reforma. Finalmente fue liberado y Comonfort renunció a la presidencia. Juárez declaró que, constitucionalmente, era él quien asumía el poder y promulgó las Leyes de Reforma. En éstas se establecía en matrimonio civil y la separación entre el Estado y las iglesias, y la libertad de culto, entre otras.
El 15 de junio de 1861, concluida la Guerra de la Reforma, Juárez fue elegido constitucionalmente para continuar ejerciendo como presidente. En 1867 y en 1871 fue reelecto para la presidencia.
Benito Juárez García se recuerda en México por su contribución al sistema democrático y por la promulgación de las Leyes Juárez y las Leyes de la Reforma. Además ha sido el único presidente mexicano con raíces absolutamente indígenas.
¿Y por qué una celebración así, adquiere relevancia en nuestro contexto nacional presente?
Porque fuerzas reaccionarias, obscurantistas y retrógradas con el beneplácito del Vaticano, han asaltado el poder de nuestra sangrante nación mexicana.
Una década de crasos errores en el ámbito federal, pobreza extrema en aumento vertiginoso y galopante, y el descalabro último de la guerra fallida de Calderón contra el crimen organizado, que ha teñido al país de rojo; impiden a la opinión pública apreciar que en otros terrenos, varias libertades garantizadas desde Juárez y elevadas a rango constitucional en la Carta Magna de 1917, como la libertad religiosa, y el derecho de culto público diferente a la impuesta por los colonizadores de México, están siendo pisoteados.
Desde esta tribuna de la Patria, responsabilizamos a Felipe Calderón por su total omisión para hacer valer la Constitución en las áreas rurales donde los cristianos evangélicos son marginados, privados de sus derechos elementales, despojados de sus patrimonios, expulsados de sus parajes en el mejor de los casos y muertos, con la indiferencia total del Gobierno Federal.
Cualquier Gobierno con esa indiferencia o incapacidad para frenar la persecución religiosa, es cómplice de los criminales que amparados en un ayate religioso despejan y matan a gente de bien, por el delito de diferir en sus convicciones religiosas.
Intolerancia religiosa hemos sufrido en México desde la Conquista; desde que el clero romano mató a diestra y siniestra a quienes no aceptaban adorar a sus ídolos católicos, por sentir que deberían de ser fieles a sus dioses ancestrales.
Impuesto con sangre y fuego el Catolicismo Romano en México y la América Latina, la persecución se volvió contra las minorías religiosas, particularmente contra el Protestantismo emergente.
A la llegada de Benito Juárez a la Presidencia de la República y la emisión de las Leyes de reforma: México entró al concierto de las naciones modernas que procuran el respeto a la diversidad ideológica y religiosa.
Sin embargo, el alto clero católico ha sido el principal instigador para que la persecución religiosa contra los no católicos romanos sea una amenaza constante.
¿Cuántos y cuántos evangélicos han sido despedazados como Monroy, asesinado por una turba católica entre Apizaco y Tlaxcala, dejándolo descuartizado.
Sin embargo en la década pasada esta Federación Evangélica de Iglesias con el franco respaldo del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Gobernación, logró reivindicar a evangélicos desplazados y perseguidos en el Municipio de San Felipe del Progreso, Edo. de México, en el Municipio de Tlanchinol Edo. de Hidalgo, en el municipio de Tlaxiaco en Oaxaca, entre otros.
Pero el actual gobierno federal encabezado por Calderón, es sordo a toda solicitud para parar la persecución religiosa.
Se cumple la sentencia de la Biblia: “Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; Mas cuando se levantan los impíos, tienen que esconderse los hombres”. (Proverbios 28.12)
Por otra parte, si las fuerzas políticas del alto clero hubiera alcanzado mayoría en el Congreso, ya estuvieran borrados los artículos: tercero, 24, y 130 de la Constitución.
Hay enemigos de México empeñados en regresarnos a la edad media, al oscurantismo ideológico.
Estamos aquí porque estamos determinados defender los artículos de nuestra Constitución contra los que a diario despotrica el Clero Político.
EL Artículo tercero inciso I dice: “GARANTIZADA POR EL ARTICULO 24 LA LIBERTAD DE CREENCIAS, DICHA EDUCACION SERA LAICA Y, POR TANTO, SE MANTENDRA POR COMPLETO AJENA A CUALQUIER DOCTRINA RELIGIOSA”
Parte del Artículo 24 dice: “ TODO HOMBRE ES LIBRE PARA PROFESAR LA CREENCIA RELIGIOSA QUE MAS LE AGRADE Y PARA PRACTICAR LAS CEREMONIAS, DEVOCIONES O ACTOS DEL CULTO RESPECTIVO, SIEMPRE QUE NO CONSTITUYAN UN DELITO O FALTA PENADOS POR LA LEY.
EL CONGRESO NO PUEDE DICTAR LEYES QUE ESTABLEZCAN O PROHIBAN RELIGION ALGUNA.”
Y el 130 dice: “ EL PRINCIPIO HISTORICO DE LA SEPARACION DEL ESTADO Y LAS IGLESIAS ORIENTA LAS NORMAS CONTENIDAS EN EL PRESENTE ARTICULO. LAS IGLESIAS Y DEMAS AGRUPACIONES RELIGIOSAS SE SUJETARAN A LA LEY. CORRESPONDE EXCLUSIVAMENTE AL CONGRESO DE LA UNION LEGISLAR EN MATERIA DE CULTO PUBLICO Y DE IGLESIAS Y AGRUPACIONES RELIGIOSAS”
LA FEDERACION EVANGÉLICA DE IGLESIAS EN MÉXICO, rinde hoy un homenaje a la memoria del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez.
LA FEDERACIÓN EVANGÉLICA DE IGLESIAS EN MÉXICO, hace hoy una denuncia pública en contra de Felipe Calderón por traicionar el espíritu de la Constitución en materia de libertad religiosa, haciéndose cómplice con los perseguidores de indefensos y sencillos mexicanos cuyo único delito es profesar una fe religiosa ajena a la religión popular.
Las naciones y los mexicanos deben saber que la sistemática indiferencia de Felipe Calderón para parar la intolerancia religiosa conforme a derecho, alimenta la impunidad de quienes pisotean la Constitución para perseguir a las minorías religiosas principalmente en áreas rurales.
LA FEDERACIÓN EVANGÉLICA DE IGLESIAS, levanta hoy su voz para fijar su postura inamovible de defender por todos los medios lícitos a su alcance al vigencia del ESTADO LAICO Y LA EDUCACIÓN LAICA. Exigiendo que el artículo 130 y su ley reglamentaria conocida como LEY DE ASOCIACIONES RELIGIOSAS Y CULTO PÚBLICO, se aplique de manera equitativa con todas las asociaciones religiosas. Y también exigimos que esa burocratización exagerada de LA DIRECCIÓN DE ASOCIACIONES RELIGIOSAS, sea corregida. Ya que antes del año dos mil, todos los funcionarios de esa dependencia eran gente de puertas abiertas, y ahora es invisible no sólo el director general con quien hemos pedido audiencia a través de su secretaria hace casi dos años, sino hasta el funcionario menor en esa dependencia actúa como gran señor en vez de entender que son servidores públicos y que reciben sus honorarios de los impuestos de todos nosotros, el pueblo mexicano.
Muchas gracias.