sábado, 31 de diciembre de 2011

ASÍ ES LA COMUNIDAD CRISTIANA FILADELFIA


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Vellázquez  en un culto de Filadelfia

Como Comunidad Cristiana Filadelfia, tenemos un gran compromiso con tres pasajes bíblicos, que nos sirven como marco de referencia de lo que somos, de  lo que hacemos, de hacia dónde vamos y de cómo podremos llegar allá: el Gran Mandamiento (Mateo 22.37-40),  la Gran Comisión ( Lucas 24.46-49) y con la Gran Visión ( Hechos 3.21.
Un gran compromiso con el Gran Mandamiento, la Gran Comisión y la Gran Visión construirá una mega Iglesia.

Así que, dependiendo de nuestro marco de referencia,  definimos nuestro propósito como Comunidad Cristiana Filadelfia Gustavo A. Madero en los siguientes términos:
Alcanzar al mayor número de personas para que sean discípulos de  Jesucristo, que disfruten la koinonía de sus hermanos,  que sean equipados para su ministerio en la iglesia y su misión en el mundo, y que en todo glorifiquen a Dios.”
En nuestra definición de por qué existimos, esto es, en la definición de nuestro propósito hemos incluido las cinco razones básicas que nos enseña el Nuevo Testamento por las cuales el Señor ha establecido la Iglesia:

1. ADORAR. Ante todo, somos una comunidad que adora a Dios. La mejor manera de mostrarle al Señor nuestro amor   es, adorándole.
2. EVANGELIZAR  Comprometidos seriamente con la Gran Comisión, uno de nuestros esfuerzos centrales está puesto en alcanzar a cuantos más podamos para el Evangelio.
3. TENER KOINONIA Para la Comunidad Cristiana Filadelfia, koinonía es más que simple compañerismo, es estar tan comprometidos con los hermanos como lo estamos con el Señor.
4. DISCIPULAR. Sin el discipulado, el Cristianismo hubiera desaparecido hace muchos siglos. Pero, un cristiano, una vez salvo e integrado a la familia de Dios, debe ser equipado para el ministerio que Dios le da y para crecer  a la estatura del varón perfecto, Jesucristo.
5-SERVIR. El mismo Jesucristo dijo que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida por los demás. La Comunidad Cristiana Filadelfia, no es un ggeto, sino una entidad al servicio de la sociedad.

Como puede notarse, en la Comunidad Cristiana Filadelfia, ganamos gente para Jesucristo, la integramos como discípulos, equipándolos para el ministerio y cuidando que sean maduros en la fe, y luego los enviamos a ganar a otros para el Evangelio, algunos de ellos irán de tiempo completo a un ministerio más allá de nuestra ciudad.

La Comunidad Cristiana Filadelfia, es una iglesia que sometiéndose a las enseñanzas del Nuevo Testamento, proyecta el evangelio a todos los estratos sociales y a gente de todas las razas.

En Filadelfia son bienvenidas las personas y familias de toda condición social, moral cultural y económica.

Nuestro Perfil Doctrinal establece que solamente hay un solo requisito para quienes quieren integrarse a nuestra comunidad y es que tengan un firme deseo de que Jesucristo les salve de sus pecados.

Sin embargo, tratamos de alentar a cada uno de quienes van llegando a buscar una superación en todas las áreas de la vida como una expresión práctica de que han recibido del Señor una nueva vida, una vida abundante y feliz.

Hemos aprendido que, cada Comunidad Cristiana Filadelfia en el mundo, va adquiriendo características propias de acuerdo a su ubicación geográfica y cultural

martes, 27 de diciembre de 2011

EL PAPADO INFLUIDO POR LOS REYES DE FRANCIA


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez ministrando al Pastor
Juan Daniel, su substituto en Filadelfia GAM


Antecedentes.
Remigio, el obispo de Reims, buscaba  la protección de una autoridad fuerte para su pueblo. Los contactos fueron numerosos entre el rey y el obispo; este último incita al rey a proteger a los católicos que habitan en su territorio. Gracias a su carisma y quizás en razón de la autoridad que él mismo representaba, Remigio supo hacerse respetar de Clodoveo y le sirvió hasta de consejero. Lo incitó notablemente a pedir la mano de la princesa Clotilde, una princesa católica de alto linaje, hija del rey de los Burgundios con quien se casó en 492.
Desde entonces, Clotilde hizo de todo para convencer a su esposo de convertirse al Catolicismo. Al principio, Clodoveo fue reticente, dudaba de la existencia de un Dios único, y la muerte prematura de su primer hijo,  bautizado en el Catolicismo,  agrandó su desconfianza, además temía perder el apoyo de la parte de su pueblo que todavía era pagado,  si aceptaba el Catolicismo. Pero como buen estadista sabía que necesitaba  el apoyo del clero galo-romano de gran influencia sobre la población gala.
Todo cambió con  la batalla de Tolbiac contra los alamanes hacia el año 496. Clodoveo estaba a punto de ser capturado, estaba literalmente vencido, y después de invocar a sus dioses, se encomendó a Cristo, prometiéndole convertirse al Catolicismo si salía bien librado de esta batalla. En ese instante el jefe alamán fue alcanzado por una flecha y su ejército huyó dominado por el pánico.
Clodoveo recibe entonces el bautizo con unos 3000 guerreros de las manos de  Remigio, en Reims, el 25 de diciembre entre el año 496 y 499. Este bautizo se convirtió en un evento significativo en la historia de Francia, casi todos los reyes franceses fueron a partir de entonces consagrados en la catedral de Reims, hasta 1825, fecha en la cual el rey Carlos X de Francia accedió al trono.
Es también de destacar que el bautizo de Clodoveo marca el inicio del lazo entre el clero y la monarquía francesa, lazo que habría de perdurar hasta inicios del siglo XIX. A partir de Clodoveo, el soberano francés debía gobernar en nombre de Dios, y sólo sus descendientes directos podían pretender al trono. El bautizo permitió al rey implantar perdurablemente su autoridad sobre las poblaciones dominadas; gracias a su bautizo, le dio clero le dio su apoyo para expandir su reino.
Nueva Capital y sucesión.
Clodoveo escoge finalmente a París como capital en el año 508 luego de Tournai y Soissons. Es importante añadir que la ley Sálica fue fechada después de 507, algunas hipótesis indican que su promulgación coincidió con la instalación del rey en París.
Por razones  estratégicas se escogió París, ya que la ciudad había sido una ciudad-guarnición y residencia imperial al final del Imperio. Aunque el hecho de que París fuera la capital era solo simbólico, ya que el reino franco no tenía administración y los reyes francos que sucedieron a Clodoveo no le dieron importancia al hecho de ser propietarios de la ciudad.
Sin embargo, bajo el reino de Clodoveo y  el período  en que los merovingios tuvieron el poder, la ciudad no tuvo mayores cambios, el patrimonio antiguo de la villa fue conservado y hasta en ocasiones renovado. El paisaje de la ciudad cambió un poquito solamente por algunos edificios religiosos donados por la monarquía y la gente rica.
El 27 de noviembre de 511, muere en París a la edad de 45 años. Clodoveo fue inhumado en la Basílica de los Santos Apóstoles.
Reyes merovingios
Como ya se dijo, fue Clodoveo I nieto de Meroveo, quien  agrandó  el reino de los Francos al este en Alemania, y al sur-oeste en Aquitania dominada hasta entonces por los visigodos. A su muerte el reino franco fue dividido entre sus hijos, según la costumbre de los merovingios, Clotario I Rey de Soissons (511-561), de Reims (555-561) y de los Francos (558-561), Childeberto I Rey de Paris (511-558), Clodomiro Rey de Orleans (511-524) y Teodorico I Rey de Reims (511-534).
Otro monarca destacado de la dinastía fue Dagoberto I (¿? – 639) que después de muchos años de división territorial, volvió a unir los reinos francos bajo su gobierno. Después de Dagoberto I, el poder de los merovingios se fue disgregando y a medida que pasó el tiempo, los Mayordomos de palacio acabaron siendo los verdaderos dirigentes del reino franco. Los mayordomos de palacio Carlos Martel, y su hijo Pipino el Breve (fundador de la dinastía Carolingia), acabaron con el poder de los monarcas merovingios y Pipino destronó al último rey merovingio, Childerico III, para proclamarse rey de los francos. La dinastía merovingia, fue substituida entonces por la dinastía Carolingia.
Reyes Carolingios.
La dinastía deriva del matrimonio de los hijos de Arnulfo de Metz y Pipino el Viejo, ambos descritos por Fredegario como los señores más importantes de Austrasia. La familia consolidó su poder desde el segundo tercio del siglo VII consiguiendo que el oficio de mayordomo de palacio fuese hereditario, y convirtiéndose así en los verdaderos gobernantes de los francos; mientras que los reyes merovingios quedaban reducidos a un papel nominal.
El mayordomo de palacio Pipino el Breve (hijo de Carlos Martel y descendiente de Pipino el Viejo), logró destronar a su rey merovingio Childerico III, y ser reconocido rey de los francos con apoyo del Papa. Pipino fue sucedido en el trono franco por Carlos , conocido más como Carlomagno y Carlomán. El primero, años más tarde, expandiría su poder por gran parte de Europa Occidental y sería coronado emperador por el Papa en la Navidad del año 800 en Roma.
En esta dinastía, aparece el Imperio Carolingio, como es llamado por los historiadores el vasto territorio que unió Carlomagno bajo su reinado, el cual es un periodo derivado de la política de Pipino y Carlomagno. Este se disgregó pocas décadas después. Tras la muerte del hijo de Carlomagno, Luis I el Piadoso o Ludovico Pío, cuando los tres hijos de éste (Carlos, Lotario y Luis) se repartieron el imperio mediante el Tratado de Verdún (843). El poder de la dinastía entonces fue disminuyendo. La parte media, tras ser disgregada, se incorporó a zona oriental. Los carolingios de la parte oriental se extinguieron con la muerte en 911 de Luís el niño y en su lugar se estableció la Dinastía Sajona desde 919. Y la rama occidental de los carolingios se extinguió entre 888 y 987, y a partir de esa fecha se establecieron finalmente los Capetos en el trono de de los francos.
Los sucesores de Carlomagno no pudieron combinar los elementos políticos y la costumbre germánica de dividir el territorio entre todos los hijos del soberano. El Imperio de Carlomagno se basaba sobre la lealtad de los condes que gobernaban las distintas regiones hacia su persona y en las riquezas que derivaban de las conquistas. Su sucesor afrontó tres guerras civiles originadas por sus hijos que debilitaron el poder central; con lo cual, el territorio que había constituido el imperio de Carlomagno se disgregó en menos de cinco décadas, en medio de las guerras intestinas y los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del feudalismo.
Pipino III

A la muerte de Carlos Martel repartió, a la usanza de la época, sus títulos entre sus dos hijos: Carloman heredó el cargo de mayordomo (especie de Jefe de Gobierno o Primer Ministro) del palacio de Austrasia y Pipino,  mayordomo del palacio de Neustria.
Es el periodo de la decadencia de la dinastía merovingia, cuando los jóvenes "reyes holgazanes" no tienen ya ninguna autoridad y los mayordomos de palacio son los verdaderos gobernantes del Estado. Carlomán y Pipino se reparten entonces el poder del reino franco, que gobernarán entre los dos, luchando, en primer lugar, por devolver la estabilidad a las fronteras del reino.
Ambos inciaron  una reforma de la Iglesia Católica con la ayuda del Obispo Bonifacio y se realizaron dos concilios: uno en Austrasia, convocado por Carlomán en 742-743; el otro convicado por Pipino, en 744 en Soissons (Neustria), en el que adoptaron las decisiones tomadas en el concilio de Austrasia. Esta reforma estableció la jerarquía en el seno del clero franco, a cuya cabeza se encuentra Bonifacio (evangelizador de Germania), como dirigente de los obispos repartidos por las ciudades del reino.
Con el apoyo político del Papa Zacarías I,   Pipino, depuso al último rey merovin gio y s e proclamó rey de los francos. En 750, Pipino envió una delegación franca a entrevistarse con el Papa Zacarías I, en solicitud de una autorización para poner fin al decadente reino merovingio y ocupar el trono de Childerico. Zacarías aceptó y declaró que "debe ser Rey el que ejerce la realidad del poder".
En noviembre de 751, Pipino depone a Childerico III y se hace coronar  en Soissons, siendo proclamado por una asamblea de obispos, nobles y Leudes (grandes del reino). Esta elección se consiguió sin derramamiento de sangre. Childerico III, tras ser depuesto, es tonsurado (pierde sus largos cabellos, signo del poder entre los francos) y termina sus días encerrado en el monasterio de San Bertin, cerca de Saint-Omer.
Pero aunque Pipino haya conseguido el título de Rey y su poder, éste no le pertenece, y esta ruptura de la dinastía merovingia precisa de una nueva que deberá reemplazar la sucesión natural de padres a hijos. Esta continuidad queda asegurada por la consagración real seguida de la unción, simbolizada en el bautismo de Clodoveo I y la alianza particular entre la Iglesia y los reyes francos. Es en Soissons, donde el obispo Bonifacio, su consejero diplomático, le ungirá marcando su frente con el aceite santo —el Saint-Chrême— como ya se hacía a lo largo de una ceremonia en la que se consagraba a los reyes visigodos de Toledo. Por medio de esta unción, el rey de los francos, a partir de ese momento investido de una misión de guía militar y religiosa, detenta la fuerza moral del "derecho divino", es decir, de "dirigir los pueblos que Dios le confía"; pero esta legitimidad tiene impuesta una condición: la fidelidad a la Iglesia católica apostólica Romana y a quien la dirige. Pipino fue  consagrado por segunda vez, por Bonifacio, en diciembre de ese mismo año, en Maguncia, como señor de Austrasia.
Carlomagno
Carlomagno.
Fundó el llamado Imperio Carolingio, que se transformaría en el llamado Sacro Imperio Romano Germánico en 962, con la ascensión a la dignidad imperial de Otón I.
Carlomagno continuó la política de su padre Pipino el Breve de alianza y defensa del Papado. En el caso de Carlomagno, a las razones políticas para ello se agregaba su auténtico convencimiento sobre las supuestas bondades de un Imperio cristiano en el cual el Emperador y el Papa colaboraban mutuamente. Todavía joven y algo inexperto en sus relaciones con el astuto Papa Adriano I, con su sucesor León III Carlomagno estableció la supremacía del Emperador sobre el Papa.
En el caso de Adriano I, Carlomagno lo sostuvo frente a los lombardos. Extasiado el Rey de los Francos con la contemplación de Roma y sus iglesias y reliquias, el habilísimo Adriano, haciendo uso del falso y famoso documento conocido como la Donación de Constantino, lo indujo a entregar en teoría al Papado dos tercios de Italia. No obstante, la entrega de todos los territorios supuestamente prometidos nunca se materializó y Adriano debió contentarse con una parte, la correspondiente a la Donación de Pipino que coincidiera con el nacimiento de los Estados Pontificios. Debe destacarse que las relaciones entre Carlomagno y Adriano I fueron siempre buenas y mutuamente provechosas pues se trataba de dos personalidades destacadas cuyos fines, en el fondo, eran complementarios y ellos supieron reconocerlo.
La relación entre el Papa y el Emperador contribuyó a acrecentar grandemente el prestigio del Papado. En efecto, esta relación fue clave para acelerar enormemente el lento proceso —duró siglos— que paulatinamente fue convirtiendo al Papa, de su rol original de Obispo de Roma casi en igualdad de condiciones con los obispos de otras diócesis importantes e incluso inferior —en la práctica— al Patriarca de Constantinopla, en cabeza de la Cristiandad. A este proceso también contribuyó mucho el debilitamiento de Bizancio que fue perdiendo sus posesiones e influencia en la península italiana.
A la muerte de Adriano I, su sucesor, León III, enfrentó una rebelión de las familias aristocráticas de Roma y fue depuesto. Apeló a Carlomagno, quien viajó personalmente a  Roma con un ejército y presidió un sínodo que actuó como Juez del Papa, ya que sus detractores acusaban a León III de adulterio y de perjurio. El sínodo dio por bueno el juramento de León III de que era inocente de los cargos y lo absolvió, devolviéndole la tiara pontificia.
Lo importante de este hecho es su simbología: Carlomagno actuó como juez del Papa. Con ello, estableció la supremacía del Emperador. No obstante, al recibir la corona del Imperio de manos del Pontífice —Eginardo consignó después que Carlomagno no hubiera concurrido ese día a la basílica de San Pedro de haber sabido lo que se proponía a hacer León III; es obvio que Carlomagno estaba de acuerdo con su coronación como Emperador pero tal vez hubiera objetado la fórmula de coronación y que fuera el Papa y no él mismo quien pusiera la corona sobre su cabeza— se generó un peligroso antecedente que más adelante tendría consecuencias catastróficas para la dignidad imperial, entregada como fue tiempo después a meros reyezuelos por una serie de débiles y corruptos papas, hasta que Otón I la rescató bajo el nombre de Sacro Imperio Romano Germánico de la ignominia en que había caído.
Carlomagno sentía verdadero interés por los temas religiosos y hasta se permitió intervenir y —más aún— decidir sobre ellos. Frente al movimiento iconoclasta que dividía a los teólogos, Carlomagno sostuvo la veneración de las imágenes. Pero cuando por un error de traducción Carlomagno interpretó que el Concilio de Nicea aprobaba la «adoración» de las imágenes, convocó a un concilio en Frankfurt (794), cuyas conclusiones condenaron la adoración de las imágenes, a resultas de lo cual Carlomagno hizo poner por escrito las conclusiones de su concilio en los Libros Carolingios. Allí, como consecuencia de la mala traducción de una palabra, Carlomagno hizo constar lo que él consideraba su obligación: «Habiendo recibido del Señor en el seno de la Iglesia, el gobierno de nuestro reino...».
También por aquel entonces Carlomagno intervino a favor de establecer que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, a cuyos efectos hizo celebrar un concilio en Aquisgrán en 809–810, el cual fue determinante en la introducción del Filioque en el Credo. A la larga esto llevará al posterior cisma con la Iglesia de Oriente la cual interpretó que el Filioque introducía dos causas en la Trinidad.
En conclusión, Carlomagno impuso su autoridad protectora sobre el Papado en una relación que en la práctica fue mutuamente beneficiosa. Pero tras su muerte, el Papado no aceptó ser dominado por emperadores que no tenían la fuerza y las virtudes de Carlomagno. Imperio y Papado, dejando a un lado su mutua colaboración, iniciarán —tímidamente al principio, abiertamente después— una lucha, con treguas intermedias, que consumiría las energías de ambos y culminaría en el agotamiento del Imperio y el debilitamiento del poder temporal del Papado.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

CRITICAN EVANGÉLICOS EL "SERVILISMO" DEL GOBIERNO MEXICANO ANTE EL VATICANO


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez iniciando una marcha en honor
a Benito Juárez acompañadop del Pastor Eduardo Rodríguez León

La Jornada 18 de diciembre de 1997
Criticaron evangélicos el ``servilismo'' del gobierno mexicano ante el Vaticano
Elizabeth Velasco C. Å¤ La Federación de Iglesias Cristianas Evangélicas de México (Ficemex) cuestiónó el ``servilismo'' del Estado mexicano ante el Vaticano, ya que ``como ningún otro régimen, el de Zedillo exalta en forma inusual'' la visita del nuncio apostólico Justo Mullor a Chiapas.
``A los evangélicos nos parece ofensivo, imprudente y falto de respeto a la pluralidad religiosa, este gesto de debilidad del gobierno'', dijo el presidente de la Ficemex, apóstol Gabriel Sánchez Velázquez, tras considerar que la presencia de Mullor en ese estado tiene la ``intención de menguar la figura de Samuel Ruiz y, colateralmente, refuerza la persecución contra los evangélicos''.
Asimismo, cuestionó que el Estado Mayor Presidencial (EMP) se ponga al servicio de un Estado extranjero, hecho que consideró insólito, ``pues ni cuando Luis Donaldo Colosio fue asesinado (...) tení­a la aparatosa protección que se le ha otorgado a Mullor, después de que éste ha puesto en entredicho la educación pública de los mexicanos''.
Peligrosa simbiosis
Evalúa  como ``peligrosa la simbiosis cupular del gobierno con la jerarquí­a'' católica, ya que ``todo indica que (Mullor) tiene algún entendimiento con el gobierno federal para hacer aparecer en Chiapas a (Samuel) Ruiz como una figura de segunda magnitud''.
Sánchez Velázquez recordó la denodada lucha del anterior representante papal, Girolamo Prigione, por remover al obispo de San Cristóbal, y la creación del Consejo Interreligioso, ``promovido desde el gobierno del centro con el fin de restarle protagonismo a Ruiz''.
En conferencia de prensa, el dirigente evangélico dijo que si bien la Ficemex disiente en muchos puntos con don Samuel, ``nos parece un papel sucio tratar de menguar su influencia en Chiapas, en la forma como se busca hacer''.
Para el religioso, es ``imprudente'' la sobreprotección que con soldados especializados se brinda al nuncio en Chiapas. ``Para la gente sencilla es un impacto y una manera de decirle, éste es el único y verdadero; para los creyentes evangélicos representa una mayor persecución'', advirtió.
Luego se preguntó si la Secretarí­a de Gobernación midió las consecuencias que podrí­a traer ``semejante desplazamiento de lujo y de fuerza''.
Afirmó que no es mediante este tipo de acciones como volverá ¡la paz a Chiapas! ``Lo que se requiere es que el gobierno cumpla los acuerdos de San Andrés y reconozca los derechos de las comunidades indí­genas'', señaló el líder evangélico.
Dijo que no sólo en Chiapas se vive una situación delicada, y mencionó estados como Hidalgo, Guerrero, Oaxaca y otros, donde el Ejército Mexicano llega a ``bombardear'' las comunidades indígenas bajo el pretexto de detener a presuntos grupos guerrilleros.

martes, 20 de diciembre de 2011

NAVIDAD ¿CUMPLEAÑOS DE CRISTO?


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez. con Adi y Jorge,
dos dicscípulos suyos en la Favultad
Evangélica de Teología

Entonces dijeron: Israel, estos son tus
dioses, que te sacaron de la tierra de
Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un
altar delante del becerro; y pregonó
Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para
 Jehová. Éxodo 32.4-5


¿Cómo es posible que cristianos que tienen LAS SAGRADAS ESCRITURAS en sus manos  y dicen creer en ella, amen y defiendan tanto las tradiciones babilónicas? ¿cómo explicarse que hay pastores que hablan más de la navidad que el PODER DEL EVANGELIO?
De una sola manera. Con la sentencia bíblica de Apocalipsis 3.18: “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.” En otras palabras, muchas de las tradiciones babilónicas siguen vigentes en las iglesias evangélicas, porque quienes las integran están ciegos. Ciegos como para nov er lo abominable de sus costumbres religiosas.

·     RAZONAMIENTO BARATO APOSTATA
Ralph Woodrow en su libro: “Babilonia, misterio religioso” página 250 dice: “Debido a que estas costumbres paganas han sido “cristianizadas”, es decir, mezcladas con costumbres y nombres cristianos, muchos razonan QUE DE  ESTA FORMA SON APROBADAS Y ACEPTADAS POR DIOS. Los católico- romanos creen que aunque un rito o costumbre haya sido originalmente pagano, si es aplicado a Cristo, entonces es aprobado por Dios, aunque no tenga fundamento bíblico. Pero eso es solo un razonamiento humano opuesto completamente a la Palabra de Dios”
Yo profetizo y proclamo a voz en cuello que pronto viene el día cuando el Espíritu Santo obrará sobre el CUERPO DE JESUCRISTO y lo limpiará de toda inmundicia babilónica. D e hecho, el Señor ya lo esta haciendo ¡Aleluya!
Pero todavía hay pastores y lideres que agudizan su pensamiento para defender la celebración navideña cuando debieran sentirse avergonzados de estar mezclando el Evangelio con el Paganismo. Algunos de ellos razonan de la siguiente forma:
1. SIEMPRE SE HA CELEBRADO: quienes hemos sido rescatados del Romanismo Babilónico, desde siempre celebramos muchas festividades paganas; por ejemplo, las supuestas apariciones guadalupanas, pero cuando el Evangelio iluminó nuestra alma aborrecimos para siempre dicha práctica. Debe hacerse lo mismo con la natividad de Tamúz
2. ME GUSTA MUCHO. Hay cristianos que han sido liberados de las garras del Espiritismo. Antes de conocer el Evangelio se sentían bien en sus prácticas espiritistas y les gustaba mucho. Pero cuando Jesucristo los salvó y vinieron a una genuina conversión al Evangelio, no solamente abandonaron las prácticas, sino que las hn aborrecido.
3. Han quemado sus libros de magia como en el caso de Hechos 19.19-20: “Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.  Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.”¿ por que actuaron así estos recién convertidos? Porque cuando uno ama al Señor ya no cuenta lo que le gusta a uno, lo único que cuenta es lo que le agrada al Señor. Ya no vivimos para practicar lo que nos gusta, sino lo que le gusta a nuestro  Dios. Muchos evangélicos en esta generación han venido celebrando la Navidad creyendo que es algo agradable a Dios, pero al tener la oportunidad de estudiar el origen pagano de esta festividad, si quieren agradar a Dios deberán abandonar esta práctica religiosa.
4. LA IGLESA SE LLENA EN NAVIDAD. Es un triste engaño satánico que los tempos evangélicos se vean repletos de gente en las celebraciones navideñas, porque no van a buscar de Dios, para oír la Palabra, si no que son motivados porque hay dulces, galletas y maní (cacahuates), o por las piñatas. De hecho hay gente que va a la iglesia evangélica cada año en la época navideña. Pero pasadas las fiestas no regresan jamás y las bancas de los templos vuelven a estar vacías. Las iglesias en el orden de Dios no necesitan que llegue una fiesta para poder congregarse, sino que lo hacen siempre, porque aman a Dios y anhelan adorarlo y alimentarse  de su palabra.
Este árbol no es tan inocuo, como muchos piensan,
es un ídolo religioso que representa Tamuz.
5.  LA NAVIDAD ES TIEMPO QUE UNE A LAS FAMILIAS: De acuerdo con las enseñanzas del Evangelio, una familia cristiana debe estar unida todos los días del año. Los cristianos nacidos de nuevo tiene como experiencia personal lo que declara Romanos 5.5: “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” No hace falta que llegue el fin de año para amar a los padres, a los suegros o a los hijos, yernos o nueras. Dios quiere que vivamos todos los días con un amor familiar genuino y no que tengamos una noche que principie con  amor fingido y termine en una madrugada trágica.
6. EN NAVIDAD CELEBRAMOS EL CUMPLEAÑOS DE CRISTO. En un sentido teológico no se puede celebrar de el cumpleaños del Señor ¿porque? POR QUE EL ES ETERNO. EL ES DIOS. El no tiene principio ni fin. S e encarnó para salvarnos, pero EL ya esa Dios TODOPODEROSO ANTES DE NACER en Belén. Tales frases como:  “que cristo nazca en tu corazón, como nació en Belén” son desafortunadas y equivocadas. Jamás la Biblia insinúa siquiera que un bebe va a tener que nacer en cada corazón humano. Sino que EL REY DE GLORIA SEA ENTRONIZADO EN CADA CORAZON. Quienes ahora hemos dejado las celebraciones babilónicas, lo hemos hecho por amor a Jesucristo y no por querer menospreciarle.
 Por supuesto, que los argumentos anteriores no son los únicos. Pero son un ejemplo de las razones que circulan en nuestro medio para celebrar la Navidad. Particularmente en la CCF hacemos hincapié en aquello que la Biblia ordena, que la Biblia enseña. S i alguna práctica no tiene fundamento bíblico, lo desechamos, lo ponemos en su lugar en el cesto de basura.

NAVIDAD DE BABILONIA A ROMA



Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, compartiendo con la Iglesia la
sanidad de Ricardo González de un cáncer en la mandíbula .
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad
 Los espíritus si son de Dios; porque muchos
 Falsos profetas han salido por el mundo.
1 Juan 4.1


Millones de cristianos evangélicos en este tiempo, saben ya, que la fiesta navideña es de origen babilónico y sin embargo no tienen la mínima intención de abandonar esa práctica religiosa. La fuerza de la costumbre es más fuerte en ellos que el anhelo de agradar a Dios. El quedar bien ante los demás tiene un lugar prominente en sus intereses.
Sin embargo, si tu anhelas agradar al Señor Jesucristo, reflexionar con seriedad quienes y por que observar la fiesta de Navidad.
Observamos que esta fiesta la celebran con mucho gusto los católico-romanos, lo mismo que los budistas. Las plazas públicas de gobiernos autoproclamados ateos tienen árboles de Navidad lo mismo que en países capitalistas de tradición cristiana. En la plaza Roja de Moscú en la Casa Blanca de Washington hay celebración de Navidad. Se pueden ver árboles y adornos navideños en escuelas que gritan impartir una educación laica lo mismo que en salones de clases de escuelas confesionales. El comercio voraz se viste de Navidad. Hay un árbol de Navidad lo mismo en un templo evangélico que en una cantina o prostíbulo.
También es oportuno apuntar que los adornos navideños más buscados y cotizados son de origen japonés. Y Japón no es un país de tradición cristiana sino de religión Sintoísta. Lo mejor en adornos navideños para Occidente proceden del Oriente.

En navidad se habla más de Santa Claus
que de Jesucristo
·       EL ESPÍRITU NAVIDEÑO
Se dice que en diciembre hay un “espíritu navideño” Esa verdad no puede negarse. Si hay un espíritu navideño. L o percibe todo el mundo. Lo medular de este planteamiento es: ¿De dónde procede este espíritu navideño?
A la luz de la enseñanza cristiana (digo a la luz del mismo Cristo) Tiene que ser un espíritu contrario al Señor Jesucristo. Ya que el mundo tiene únicamente dos actitudes: de rechazo para las cosas de Dios y de plena aceptación para las cosas de las tinieblas. Lo que es de Dios lo aborrecen los hijos de las tinieblas. Dice Jesucristo en el evangelio de Juan 17.14: “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” En otra oportunidad Jesucristo dijo a sus verdaderos discípulos de acuerdo a Lucas 21.17: “y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre”
¿Cómo conciliar las declaraciones de Jesucristo con la actitud que el mundo tiene hacia el espíritu navideño?
De una sola manera: La Navidad no tiene que ver nada con Jesucristo, ni con su doctrina, ni con sus verdaderos discípulos.
Habla y celebra la Navidad lo mismo que mora en los prostíbulos que el ladrón, que el ateo. Y las iglesias apostatas se esfuerzan en decir: “hagamos de Cristo el centro de nuestra celebración de navidad” ¿Por qué tiene que decirse semejante afirmación si la Navidad fuera una fiesta cristiana? Pero ellos saben que la Navidad es una fiesta pagana y tiene un artificioso acomodo de “cristianismo”.

·       LOS REGALOS NAVIDEÑOS ¿SON PAGANOS O CRISTIANOS?
Aunque no podría negarse que algunas personas hacen regalos con un sentimiento sincero, todos sabemos que  la mayor parte de los regalos que “se tienen que dar” en Navidad especialmente en los famosos “intercambios de regalos” se hace con desinterés y muchas veces con hipocresía. Se hacen por un cumplido social. Pero sabes tú, caro lector ¿desde cuando se principiaron a dar regalos navideños?¿podrías imaginarte al Apóstol Pablo promoviendo esta costumbre o tal vez Pedro o Felipe? No ¡Nunca lo imaginaron siquiera!
Tertuliano, considerado por el Catolicismo Romano como un “padre de la iglesia” nacido entre el año 150 y 155 y muerto entre los años 220 y 225, fue un abogado nacido en Cártgo y radicado en Roma. Tertuliano se convirtió al Cristianismo auténtico entre el 190 y 195 d.C. y este gran escritor cristiano nos dice que LA PRACTICA DE INTERCAMBIAR REGALOS EN ESTA TEMPORADA ES PARTE DE  LA SATURNALIA ROMANA. Debes saber que en los días de Tertuliano ningún cristiano realmente convertido al Evangelio celebraba la navidad. Las prácticas babilónicas eran combatidas frontalmente y de manera unánime por todos los cristianos. Cuando los líderes apostatas adoptaron paulatinamente la celebración de la natividad de Tamúz, trataron de encontrar en los evangelios algún apoyo para seguir practicando el intercambio de regalos. Y creyeron hallarlo en Matero 2.11 donde dice: “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”
Notemos que los reyes magos trajeron regalos a Jesús, y lo hallaron en una casa, no en el pesebre, ya que llegaron mas o menos dos años después del nacimiento de Jesús, por lo tanto no se trataba de regalos navideños, sino de una expresión de adoración al hijo de Dios. Recordemos que la razón por l que Herodes el Grande mandó a matar a todos los niños de dos años hacia abajo, era porque el cálculo de la edad del Señor era de cuando menos dos años. Además estos regalos deben entenderse en el contexto de la cultura oriental. No se podía visitar al rey sin llevarle presentes. Y para los magos, Jesús era el rey de los judíos que había nacido. En mateo 2.2 al preguntar los magos sobre el Señor dijeron: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.” Dicho de otro modo, estos regalos nada tienen que ver con los regalos navideños.
El comercio voraz a exaltado en navidad al dios del comercio, el también mitológico personaje, Santa Claus (léase Satán Claus) cuya risa significa burla para los niños pobres que no pueden comprar los juguetes caros y sofisticados que anuncian y que por lo tanto no pueden participar en el consumismo compulsivo.
Actualmente hay iglesias evangélicas que adornan las puertas y ventanas de su templo con Santa Claus. A pesar de eso, sin duda alguna, este personaje tiene un origen Babilónico junto con todas esas prácticas navideñas que hemos enlistado brevemente.
Y aquí llegamos a un momento clímax de este libro. Veamos:

El obispo apóstata Liborio "cristianizó"
la navidad babilónica en 380 
·       ¿Cómo SE CRISTIANIZÓ LA NATIVIDAD DEL TAMUZ?
De entre los libros de historia de la Iglesia Cristiana que la mayoría de los pastores de iglesias históricas (metodistas, budistas, presbiterianos y pentecostales ilustrados) han tenido en sus manos es la obra clásica: “HISTOISA DE LA IGLESIA CRISTIANA” de Willston Wlker en la página 169 este libro dice: “hacia el siglo IV era general la observancia de la Asención. El principal agregado las festividades de la iglesia durante este periodo ES LA NAVIDAD. A lo que parece, hasta el siglo IV no celebró ninguna fiesta de la Natividad de Jesús. EN TODO CASO LA CELEBRACION DEL 25 DE DICIEMBRE COMO DIA DE NAVIDAD, APARECE POR PRIMERA VEZ EN ROMA EN EL AÑO 353 O 354… DE ROMA PASO AL ORIENTE, siendo introducido en Constantinopla probablemente por Gregorio Nacianceno entre 378 y 381”
Otro dato importantísimo es que la Iglesia de Antioquia de siria en donde Dios levantó a los apóstoles Bernabé y Pablo, se opuso a la celebración de esta fiesta pagana durante toda una generación después de que ya en Roma con el Obispo apostata Liborio la había oficializado. No fue sino hasta 386 cuando Juan Crisóstomo logró imponer esta fiesta pagana en Antioquia, apostando así de la gran fidelidad que esta iglesia local había observado en los primeros cuatro siglos de Cristianismo.

lunes, 19 de diciembre de 2011

SUMO PONTIFICE UN CONCEPTO BABILÓNICO



Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, su esposa Esther, sus hijos Brenda
y Joel con el Dr. Paris en el Congreso de Apóstoles y Profetas
                                      
Sería no sólo infantil sino absurdo tratar de encontrar en la Biblia, algún concepto remoto de Pontífice Máximo. Los mismos curas ilustrados (porque los hay muy ignorantes), saben que su origen es totalmente babilónico. Totalmente pagano. 
En el Artículo de Alan Sohn Pontifex Maximus encontramos la siguiente maravillosa información acerca del origen de esta expresión:  
En la Antigua Roma, el título de Pontifex Maximus se le otorgaba al principal sacerdote del colegio de Pontífices, y era el cargo más honorable en la religión romana, al que inicialmente sólo podían aspirar los Patricios, hasta el 254 A.C., cuando un plebeyo logró hacerse con el título. En los inicios de la República Romana el título tenía influencia meramente religiosa, pero fue ganando poder en el ámbito político hasta la época de Augusto, cuando el emperador lo asoció a la dignidad imperial”.15

No se requiere gran sapiencia para descubrir que el tan amado título de los papas romanos, nada tiene que ver con Las Sagradas Escrituras, ni con el auténtico Cristianismo bíblico.
Significado Etimológico
Siguiendo con nuestra investigación acerca del oficio de Sumo Pontífice, encontramos que: El término Pontifex significa literalmente "constructor de puentes" (pons y facere), Maximus significa literalmente 'el máximo'.
Es muy seguro que en la antigüedad más remota, esto fue entendido en sentido literal, pues el cargo de constructor de puentes era muy importante en Roma, donde los mayores puentes se encontraban sobre el Tíber, el río sagrado (y al mismo tiempo una deidad); solamente las mayores autoridades, con funciones sacras, eran autorizadas a "molestarlo" con adendos mecánicos.
Sin embargo, el término también se entendía en su sentido simbólico: los pontífices eran los que establecían un puente entre los dioses y los humanos, según Van Haperen.
También ha sido señalado que en la antigua India se utilizaban conceptos similares en la misma época, idealizando la cuestión de ríos y puentes. Fue propuesto que la expresión es una corrupción de una palabra etrusca para "sacerdote", con sonoridad similar, aunque etimológicamente no relacionada, pero esta teoría cuenta con apoyo minoritario.
  
El Colegio Pontificio en el Tiempo de la Monarquía
Había en la Roma antigua, un  colegio de pontífices (Collegium Pontificum) era el más importante cargo de sacerdocio. La fundación de este colegio sagrado es atribuida al segundo rey de Roma, Numa Pompilio, con el objetivo de servir como ente consejero del rey en todo lo concerniente a la religión. Numa Pompilio gobernó Roma de 715-673 antes de Cristo
Si Rómulo, el primer rey de Roma,  fomentó las primeras directrices políticas y un cierto ordenamiento social, Numa Pompilio dedicó sus esfuerzos a establecer los cimientos de la Religión, creando colegios sacerdotales y elaborando el calendario de 12 meses. Se cree que es el constructor del Templo de Saturno (abierto únicamente en período de guerras).
Por supuesto que, el colegio era dirigido por el Pontifex Maximus y todos los pontífices ejercían su cargo de manera vitalicia. Antes de la fundación de la institución, todas las funciones administrativas y religiosas así como el poder eran ejercidos por el rey. Muy poco es conocido acerca de este periodo de Roma, ya que las fuentes históricas más relevantes están perdidas y muchos de los eventos de este periodo son considerados legendarios o míticos.
Lamentablemente, la mayoría de los registros de la Roma antigua fueron destruidos   cuando fue saqueada por los Galos en el 390 A.C., y conocemos de estos sucesos por fragmentos de escritos que fueron producidos durante el periodo de la República.

Desarrollo del Concepto durante la República
El número de Pontífices, elegidos por co-optatio (los miembros restantes nominaban a su nuevo colega) de por vida, era en un principio cinco, incluyendo al Pontifex Maximus. En un principio, los pontífices sólo podían venir de la vieja nobleza, los patricios. Sin embargo, en el 300. A.C. / 299 A.C. la Lex Ogulnia abrió el cargo a los plebeyos, así parte del prestigio de dicho título fue perdido. Pero no fue hasta 254 A.C. que Tiberius Coruncanius se convirtió en el primer plebeyo en ejercer el cargo de Pontífice Máximo. La Lex Ogulnia también incrementó el número de pontífices a nueve (incluido el Pontífice Máximo).
En 104 A.C. la Lex Domitia estableció que la elección de los pontífices sería llevada a cabo por el comitia tributa (una asamblea de los ciudadanos romanos divididos en distritos de votación), sólo 17 de las 35 tribus romanas tenían derecho a votar. Esta ley fue abolida por Lucio Cornelio Sila en el 81 A.C. por la Lex Cornelio de Sacerdotis, que restauró el derecho de co-optatio a los grandes colegios de sacerdocio. También durante el gobierno de Sila se elevó el número de Pontífices hasta 15 (incluido el Pontífice Máximo).
En el 65 A.C., cuando Julio Cesar era Pontífice Máximo la Ley de Sila fue abolida, instaurando una forma modificada de la Lex Domitia, reinstalando la elección por comitia tributa. Sin embargo Marco Antonio restauró después el derecho a co-optatio. También con Julio Cesar, el número de pontífices fue incrementado a dieciséis, incluido el Pontifex Maximus. El número de pontífices varió durante el Imperio, pero se cree que regularmente fueron quince.
En la República Romana el Pontifex Maximus era el mayor cargo en la religión romana, que se caracterizó por ser cercana al estado. El cargo era el de mayor importancia entre los Pontífices, en el colegio sagrado principal Collegium Pontificum, institución que la persona envestida con el título dirigía.
De acuerdo a Livio, después de la caída de la monarquía, los romanos, también crearon el cargo del sacerdocio del Rex Sacrum (rey de los rituales ó rey de los rituales sagrados), para llevar a cabo las tareas religiosas, rituales y sacrificios previamente encargados al rey. A la persona que ejercía este cargo, le era sin embargo prohibido el asumir cualquier cargo político o asiento en el Senado, como una precaución para no convertirle en tirano.
El Rex Sacrum fue después subordinado por los fundadores de la República Romana al Pontifex Maximus como una garantía contra la tiranía. Otros miembros de este sacerdocio incluían a los flamines (sacerdotes devotos a un dios en particular) y las vírgenes vestales. Durante la República temprana, el Pontifex Maximus elegía a los miembros de estos grupos. Existían además muchos otros cargos religiosos, incluyendo los augures y los arúspices (dos rituales originalmente etruscos para conocer la voluntad de los dioses) La residencia oficial de los Pontifex Maximus era el Domus Publica, que yacía entre la casa de las vírgenes vestales y la Vía Sacra.
 A pesar de que el Pontifex Maximus era también un magistrado, no se le permitía utilizar la toga praetexta (toga con el borde púrpura), sin embargo podía ser reconocido por el cuchillo de hierro (secespita) o la patera y su toga distintiva, cuyo manto le cubría la cabeza. Esa famosa toga púrpura de los senadores, es ahora el tan orgullosamente usado uniforme de los cardenales, otro oficio de origen oscuro y pagano.
El pontífice no era simplemente un sacerdote, tenía autoridad política y religiosa. No se sabe con certeza cuál de las dos era la de mayor importancia.
En la práctica, particularmente durante la República tardía, el cargo de Pontífice Máximo era ejercido generalmente por un miembro de una familia políticamente imporimages[75]tante. Era una posición de gran prestigio para quien la ostentaba; así Julio Cesar se convirtió en pontífice en el 73 A.C. y pontífice máximo en el 63 A.C. El cargo no era un trabajo de tiempo completo, y no impedía al portador el ejercer alguna otra profesión civil 


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